El lenguaje que usamos a diario marca una diferencia en nuestra vida, para bien o para mal.
Las palabras que utilizamos proceden de nuestros pensamientos y éstos de las creencias que fuimos adquiriendo a lo largo de la vida.
Te describo alguna de las frases que solemos utilizar:
Todo me sale mal.
Haga lo que haga nunca obtengo nada.
La vida es dura.
Nadie te regala nada.
Los años pasan y el cuerpo se resiente.
A mi edad no tiene sentido hacer algo nuevo.
¿Qué crees que obtiene una persona que a diario se repite frases como éstas?
Seguramente en nuestro entono más íntimo oímos muchas cosas que, hoy por hoy, no nos sirven o directamente nos hacen daño y que nos seguimos repitiendo a menudo.
Si por ejemplo te dices a menudo: todo me sale mal, cada cosa que hagas o emprendas estará teñido por ese mandato que tú misma asumiste como verdad absoluta. Entonces, como ya determinaste de entrada que todo te va a salir mal, estarás cayendo en fracaso tras fracaso, no importa cuánto intentes triunfar.
La buena noticia es que siempre estamos a tiempo para modificar los pensamientos que poseemos sobre nosotros mismos, en tus manos está la oportunidad de cambiar aquello que te daña y para ello te doy dos sencillos pasos:
Primero: Detecta.
Debes comenzar a detectar aquello que te hace mal o sea los pensamientos limitantes que te llevan a fracasar (como por ejemplo las frases que te detallé al comienzo).
Segundo: Reemplaza.
Una vez que sabes cuales son, busca una frase que exprese algo diferente pero que no sea la opuesta. Si seguimos con el ejemplo anterior, podría ser: “soy una persona especial que busca triunfar en la vida”.
Fíjate que no puse: todo me sale bien ya que la brecha de creer que todo está mal a que todo está bien es muy grande y no lograrás creerte este nuevo concepto.
Cada vez que te des cuenta que el pensamiento limitante está taladrando tu cabezacambia inmediatamente el concepto negativo. No importa cuántas veces lo debas hacer, lo importante es detectar las palabras que te coarten y reemplazarlas por otras que te den el poder de cambiar tu vida.
Así que, de ahora en adelante, cuida tus palabras que ellas serán las que te prepararán para una vida llena de bendiciones.
No hay comentarios:
Publicar un comentario