Un amigo mío decidió pasar unas semanas en un monasterio de Nepal. Cierta tarde, entró en uno de los muchos templos de la región, y encontró a un monje, sonriendo, sentado en el altar.
–¿Por qué ríes? –quiso saber.
–Porque entiendo el significado de los plátanos.
Dicho eso, abrió la bolsa que cargaba, y sacó de ella un plátano podrido.
–Esta es la vida que pasó y no fue aprovechada en el momento preciso; ahora ya es demasiado tarde.
A continuación, sacó de la bolsa un plátano aún verde, se lo enseñó, y volvió a guardarlo.
–Esta es la vida que todavía no sucedió; hay que esperar el momento preciso.
Por último, sacó un plátano maduro, lo peló, y lo compartió con mi amigo.
–Esta es la vida en el momento presente. Aliméntate de ella, y vívela sin miedo y sin culpa. (O)
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