por Jennifer Hoffman
22 de Agosto de 2011
Traducción: Margarita López
Edición: El Manantial del Caduceo
http://www.manantialcaduceo.com.ar/libros.htm
Éste ha sido un difícil período de Mercurio retrógrado, y termina esta semana, aunque el período de sombra se extiende hasta el 9 de septiembre. Esto es algo que ocurre por lo menos tres veces al año así que no es un fenómeno inusual, pero nuestra incrementada conciencia y mayor sensibilidad a la energía está haciendo que éste sea más difícil porque somos más conscientes de los cambios que están ocurriendo, estamos más sintonizados con las transformaciones que se están produciendo a nuestro alrededor y estamos más involucrados en ellas porque estamos más conectados con todo lo que está sucediendo, más allá de la pequeña parte que es nuestra participación.
Esta mayor sensibilidad nos hace conscientes de los cambios que están ocurriendo dentro de nosotros y dentro de los demás. Sentimos su dolor, sus dudas y confusión, y si estamos en el miedo, podemos tomar eso como algo personal. La transformación por la que estamos pasando no es algo que están experimentando las personas que han estado o están siguiendo un camino espiritual, es algo que todos están sintiendo. Y cada uno reacciona según su nivel de comprensión. Entonces, alguien que de repente decide que una relación ya no es adecuada para ellos en este momento, podría estar sintiendo duda y confusión acerca de su propia capacidad para relacionarse. Pero para la persona en el extremo receptor, es un asunto diferente.
He estado escribiendo desde hace algún tiempo que la transformación que nosotros hemos estado atravesando durante los últimos cinco años o más, pronto la sentirán todos, y ese momento ha llegado. Y los demás van a experimentar esta transformación a través del filtro de sus miedos y tienen que encargarse de su propia alineación energética e integridad. Ellos tendrán que hacer elecciones que nos incluyan, o no. Ellos actuarán basados en su miedo y podrían decidir que la vida que tienen no es correcta para ellos y abandonarla, y a nosotros también. Podrían llegar a ser tan diferentes que ya no podemos estar con ellos.
Y a medida que continuamos con nuestra propia transformación, podríamos decidir que la vida que tenemos ya no es correcta para nosotros, que las personas que nos han estado rodeando, incluso la familia, están tan alejadas de nuestro rango vibratorio que ya no podemos conectar con ellos de ninguna manera. La separación podría ser difícil, pero lo que se retire será reemplazado por algo que se ajuste a nuestra energía y éste es un momento para que nos enfoquemos en el nivel de la comunidad, conexión y relacionarnos con lo que queremos en nuestra vida, de manera que podamos estar rodeados de personas con las que podamos y queramos estar conectados y que puedan y quieran estar conectadas con nosotros.
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