La Naturaleza Transformadora del 2013 y Más Allápor José Luis Stevenswww.thepowerpath.com
Traducido por: Fara González López
Difusión: Manantial del Caduceo
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A lo largo de la historia una de las funciones del chamanismo ha sido mirar hacia delante y pronosticar los cambios, ya sea el pronóstico del tiempo o simplemente observar como se desarrollan los eventos en el futuro cercano para estar mejor preparados. Al mantener esa tradición, ahora que estamos a medio camino del 2013, es tiempo de evaluar donde estamos en términos del cambio planetario y de definir la naturaleza de los obstáculos y oportunidades. Para repasar un poco a partir de pronósticos anteriores, el 2012, 2013 y 2014 representan un punto de giro para el planeta, un cambio de paradigma para la humanidad que nos desplaza desde el estado de conciencia de la niñez, a lo largo de la pubertad y al comienzo de la adolescencia. No en balde estos tiempos son tan turbulentos.
Como dije antes, cuando se me preguntó, no muchos desearían repetir las edades de once, doce, trece y catorce nuevamente. Estos pueden estar entre los años más difíciles en la vida de cualquiera con las tempestades hormonales y la confusión de identidad que se desarrolla en la pubertad. La mayoría de nosotros actuaba un poco alocadamente durante esos años y de seguro nuestros padres pensaban que éramos de Marte. Así que pueden percibir un sentido de los tiempos cuando consideran que todo nuestro planeta se desplaza ahora a través de esta fase como especie. Ahora bien, esto no significa que todos estén experimentando este cambio a la vez, porque al igual que una bandada de pájaros o de peces, algunos están en la delantera, el grueso está en el medio y algunos están al final. No obstante, cuando el grueso experimenta un cambio tal todos participan, al igual que en las familias en las que todos sufren los rigores de la pubertad cuando varios de sus miembros están en esa etapa.
El cambio de paradigma se puede resumir en un cambio de consigna. La consigna de los dos mil años pasados era “ahí estoy yo y ahí estás tú y yo voy a ganar”. Esto también se puede resumir como “quien muere con la mayor parte de los juguetes gana”. La consigna del próximo paradigma es “ahí estoy yo y ahí estás tú y yo se como tú te sientes”. Por tanto el cambio es de una orientación de éxito a una orientación de relación y este es de hecho un cambio profundo. En el último paradigma a mi no me interesaba lo que te sucedía a ti porque yo no era capaz de saber como tú te sentías. Yo competía contigo y haría cualquier cosa por vencerte. El juego era “el rey de la montaña”, un favorito entre los niños de 10 años. Sin embargo en el momento en que yo se como tu te sientes me puedo identificar contigo y ya no quiero más abusar de ti o dañarte porque eso es muy doloroso. Ahora te incluyo en mi experiencia de qué y quién soy. Este es el tipo de cambio en el que ahora estamos.
Ahora ustedes pueden preguntar, “¿cómo puede ser esto, cuando miro a mi alrededor y veo como se concentran las riquezas en el 1 por ciento de la cumbre de la sociedad americana y alrededor del mundo?. Eso suena como un retorno del viejo paradigma. La razón de este fenómeno es que siempre hay un factor de demora cuando hay cambio. La inercia hace que el viejo paradigma siga funcionando por un tiempo antes de que colapse. Otra manera de decir esto es que se pone peor antes de mejorar, al igual que en el proceso de liberación o de ayuno. Mientras tanto la gran mayoría de los seres humanos sienten el colapso que viene. Ya ellos han cambiado. Esto explica tantas rebeliones y revoluciones especialmente en el Medio Oriente. Así que, ¿qué sucede con aquellos que son aún más inmaduros en su estado de conciencia durante este trascendental tiempo de cambio? Ellos también están sujetos a enormes presiones y posiblemente se desajustarán y llegarán a la violencia extrema debido a su temor.
Así que piensen en esto por un momento. Quienes tienen mayor temor de perder el control son atraídos a los sistemas de creencias extremadamente controladores. Estas son las personas atraídas a las estructuras religiosas y de gobierno que tienen un gran programa para controlar a la gente en todos los aspectos de sus vidas. Como sucede a menudo son esas mismas personas que desean tanto control, quienes pierden el control y destruyen a los demás con bombas, armas de fuego y genocidio. La secuencia es la siguiente: el temor de perder el control; buscar a alguien para que los controle a ustedes; y al mismo tiempo tratar de controlar a los demás; terminan perdiendo todo el control. Este es el paradigma de un niño de dos años. Vean que solo un puñado de personas en el planeta se comporta realmente así, pero al igual que un niño de dos años, pueden ser muy escandalosos y estar necesitados de atención.
En el otro extremo del espectro están quienes ya son muy maduros y han estado esperando durante mucho tiempo a que cambie el juego en este planeta. Realmente se sienten aliviados y entusiasmados con respecto a los tiempos de cambio. A ellos no les gusta “quién muere con la mayoría de los juguetes gana”. Ya ellos hicieron eso y terminaron con las elecciones que esta experiencia les ofrece y están a la espera de un paradigma más cooperativo, amoroso y de apoyo, donde se toleren todos los estilos de vida y culturas y la gente coexista de una manera amistosa.
Los futuros historiadores marcarán al 2012 como el último año del viejo calendario. Coincidiendo con el final de la cuenta larga del calendario Maya, terminó una secuencia muy larga el 21 de diciembre del 2012. Los mayas nunca dijeron que sería el fin del mundo. Eso fue producto de los medios de difusión tratando de explotar el drama. De hecho lo que los Mayas dijeron que era que estaba terminando el viejo paradigma y que llegaba el nuevo. Aún más específicamente, ellos ‘calendarizaron
’ esto y dijeron que llevaría aproximadamente sesenta años, hasta el 2072, para lograr el cambio. Primero vendría el colapso de lo viejo y entonces la construcción de lo nuevo y por supuesto habría una gran superposición entre ambos. Para los que están apegados al viejo paradigma este es verdaderamente el fin del mundo, el fin de ese mundo. “Adiós Maryanne” como dijo Leonard Cohen en su tiempo, digo yo.
Al observar pasivamente la naturaleza, florece la inteligencia que nos libera del dolor.
ResponderEliminarNamaste!
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