Hay una llave que le abre la puerta a la paz y se la cierra al sufrimiento: acepta lo que no puede ser cambiado.
Al enfrentar una experiencia la juzgas como buena o mala, luminosa u oscura, amorosa o agresiva, triste o alegre, escasa o abundante. Eres tu quien la define, las cosas simplemente suceden, de ti depende cómo las percibes y las asumes.
Ahora bien, aceptar no es resignarte o admitir de mala gana lo que sucede, sino entender que ya sucedió y no hay nada que hacer al respecto. Sin embargo es tu actitud de ahora la que crea lo que vivirás mañana. Aceptar es llenar de paz tus pensamientos, soltarte y reconocer que cada momento es perfecto, que el propósito de la vida es aprender y crecer por medio de la experiencia y que si te resistes a ella duele.
Aceptar es entregarte, saber que no puedes controlar la vida, que la lucha no tiene sentido, que si te encierras en tus expectativas y te empeñas en cambiar lo que ya es, te sentirás impotente y llenarás tus días de sufrimiento.
Tu realidad se entreteje con otras en una compleja red de posibilidades fuera de tu control, no existe casualidad, suerte o destino, formas parte de un juego universal en el que puedes ganar o perder… eso sí depende de ti.
La vida es un camino y como cualquier camino tiene baches y obstáculos, escenarios hermosos y desolados. La recorres paso a paso, sin ceder, sin entregarte al cansancio, sin desistir del andar. Así no quieras debes seguir caminando, cada momento es un paso que das, por más que luches o te aferres, ese instante pasará.
Acepta lo que sucede, ama lo que eres, valora y disfruta lo que haces y lo que tienes. Todo ello fue el resultado de tu elección. Acepta porque luchar contra la realidad es una locura que te llena la vida de confusión e insatisfacción. Si lo piensas mejor, esa realidad contiene también la belleza que te rodea, las bendiciones que te colman y el maravilloso regalo de lo cotidiano y de lo simple.
Si esperas que la vida se someta a tus exigencias y cumpla al pie de la letra con tus expectativas, te estarás condenando a vivir en una constante pelea contra la realidad.
Si aceptas lo que trae cada día como una oportunidad, podrás encontrar el verdadero sentido de estar vivo: crecer y aprender al enfrentar los retos del día a día con serenidad, gratitud y coraje.
Puede ayudarte saber que pase lo que pase, todo está bien. Hay una Mente que organiza una serie de eventos simultáneos para que lo único que resulte de ellos sea el bien para todos los implicados. Confía en ella, ten paciencia y en algún momento comprenderás que todo fue para bien.
http://dianarodriguezangulo.blogspot.com.ar
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