Cuando el momento del combate se aproxima, el guerrero de la luz está preparado para todas las eventualidades. Analiza cada posibilidad y pregunta: Qué haría yo si tuviese que luchar conmigo mismo?”
De esta manera descubre sus puntos flacos.
En este momento, el adversario se aproxima; trae la bolsa llena de promesas, tratados, negociaciones. Tiene propuestas tentadoras y alternativas fáciles.
El guerrero analiza cada una de las propuestas; también busca un acuerdo, pero sin perder la dignidad. Si evita el combate no lo hará porque fue seducido – sino porque encontró que era la mejor estrategia.
Un guerrero de la luz no acepta regalos de su enemigo.
DE EL GUERREO DE LA LUZ
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