¿POR QUÉ NOS DESESPERAMOS...?

A simple vista, esta pregunta parece tonta, porque mucha gente piensa que la respuesta es muy predecible: Uno se desespera porque no tiene dinero, porque los hijos no hacen caso de lo que uno les dice, por el trabajo o por el jefe en la oficina, etc. Sin embargo, en mi opinión, eso que muchos llaman la razón de su desesperación está en realidad muy lejos de serlo. Estas respuestas no son el porqué, sino el origen, lo cual son cosas completamente distintas.

     Nosotros nos desesperamos en realidad porque vemos las situaciones desde un solo ángulo. ¿Desde cuál ángulo? Desde el punto de vista de que ¡TENGO PROBLEMAS! Al pensar solamente en los problemas, uno empieza a recorrer un solo camino. Como está ofuscado, tuerce el camino, se mueve sin rumbo y termina haciendo un laberinto del cual se hace difícil salir. Pero ahora que sabemos la razón de nuestra desesperación, veamos cómo eliminarla o por lo menos, reducirla a un nivel tan bajo que no afecte nuestra salud física ni mental.

     1. Piensa más en la solución y menos en el PROBLEMA: Son innumerables las personas que se me han acercado diciéndome: “tengo que resolver este problema”, pero apenas puedo contar con los dedos de la mano derecha a los que he oído decir “¡Estoy trabajando para encontrar soluciones!”. Pensando en el problema no resuelves nada; pensando en su solución sí. Además, la palabra problema suena pesada, pero la palabra solución se ve deliciosa.

     2. Sé flexible: Con frecuencia somos demasiado exigentes con nosotros mismos y con los que están a nuestro alrededor también sin darnos cuenta de que solo existe un numero uno, de que no todo puede ser “perfecto” y de que no todo será como nosotros queramos que sea.

      3. Sé más optimista y ten más confianza: Así como el agua sacia la sed, el optimismo reduce la desesperación. Desesperarse es, de alguna u otra forma, igual a no tener fe ni confianza. El optimismo aumenta nuestro nivel de seguridad y nos hace sentir tranquilos y así estaremos en mejor posición para vencer los obstáculos.

VÍA YO EVOLUCIONO