Canalizado por Gillian MacBeth-Louthan
Cada vez que deseen un objeto, una situación o una adquisición material, con su primer pensamiento simiente, generan lo opuesto. La polaridad es una calle de dos carriles, un ir y venir, un recibir y rechazar, un tener y no tener. Mientras están en la Tierra, cada pensamiento tiene una contrapartida que se genera automáticamente. Con cada pensamiento de manifestación somos atraídos de inmediato a una confrontación interna/externa con la carencia. ¡¡Todo en nuestro mundo interior, así como en nuestro mundo exterior, refleja y magnifica todas las razones por las cuales esta manifestación no puede, no será, no debería ser creada!!
Sometemos al caimán de nuestra conciencia terrenal primitiva lo suficiente como para manifestar lo que nuestra humanidad siente que necesita manifestar. Sin embargo, el caimán tarde o temprano se suelta, creando un pensamiento y situación que enciende el mayor miedo a la pérdida. Hemos pasado demasiados años castigándonos por el pasado y la debilidad genética pre-programada de la carencia.
El planeta Tierra es una escuela viviente de opuestos y homólogos. Cada persona, lugar o cosa tiene una energía adherida que es una creación divina emitida en el formato de una polaridad opuesta. La abundancia va de la mano con lo insuficiente. La riqueza baila con la pobreza. La felicidad abraza a la tristeza. La verdad se sienta al lado de las mentiras. Y, por supuesto, la antiquísima polaridad de Bueno/malo, oscuridad/Luz, Cielo/tierra.
La humanidad esconde y guarda sus dioses mismos de polaridad. Estos dioses de polaridad van armados con escopeta en el asiento delantero de nuestros sueños. Todo sostiene partes iguales de lo opuesto. ¡Eso es lo que hace que la Tierra sea un lugar tan glorioso y maravilloso! La Tierra es una escuela para dioses en aprendizaje, un campamento de entrenamiento espiritual y un retiro de maestros. ¡Mientras están en la Tierra, los fundamentos de quienes creen ser les son arrancados para revelar quiénes son en realidad! Todo lo que les ocurre es un aprendizaje y un regalo que se considera inapreciable según los estándares universales.
Aprender a manifestar lo que el dios en uno quiere y desea es un misterio espiritual. Para manifestar realmente y sostener esa manifestación en forma física, deben llegar a la unión con el dios interior. Solo desde ese punto de luz original pueden crear en absoluto. Todo lo demás es un truco de magia, un juego de manos, una ilusión de manifestación.
Gillian MacBeth-Louthan
PO box 217
Dandridge, Tennessee
37725-0217
www.thequantumawakening.com
thequantumawakening@gmail.com
Traducción: Susana Peralta
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