lunes, 16 de julio de 2012

MENTIRAS VERDADERAS...♥

 

Mentiritas blancas, omisión o mentirillas piadosas, son mentiras al fin, algunas parecen convertirse en verdades y en ocasiones hasta casi llegamos a creerlas luego de tanto repetirlas.

Pero, ¿por qué mentimos? Estudios han demostrado que diariamente tenemos la necesidad de recurrir a ciertas mentiras para poder lograr nuestro mejor desenvolvimiento social, dichos estudios también arrojan el resultado de que los hombres mienten con más facilidad que las mujeres a pesar de que nosotras lo hacemos mejor que ellos. Según varios análisis, la facilidad masculina para mentir es consecuencia de la sociedad machista en la que se ha desarrollado la especie humana.

Los hombres tienden a mentir para sentirse mejor con ellos mismos, mientras que nosotras somos más propensas a mentir para que otros se sientan mejor, cada género usa mecanismos de protección diferentes de acuerdo a conductas aprendidas y moldes sociales.

Por lo general, no intentamos impresionar a través de la mentira sino que más bien tratamos de ser lo que en realidad quisiéramos ser.
También se ha comprobado que las personas extrovertidas mienten más que las introvertidas, partiendo además del punto de que son mucho más comunicativas. Esto pudiera contradecir las teorías que alegan que muchas de las mentiras que decimos son producto de situaciones de inseguridad, pero la introversión no necesariamente es inseguridad ni ser extrovertido garantiza la seguridad plena de uno mismo.

Para las féminas es más complejo mentir y ser descubiertas, por eso perfeccionamos más la técnica, los hombres mienten más porque planifican menos, mientras que la mujer busca blindar la mentira para proteger el entorno.

El problema está cuando mentir se vuelve una patología y no te permites salir de la historia que inventas, pasar de un extremo a otro puede estar dividido por una línea muy fina. En el momento que mentir deja de ser una cortesía o una manera de proteger nuestra privacidad o autoestima, debemos evaluar las consecuencias a nuestro alrededor, no sólo porque corremos el riesgo de ser descubiertos sino por el daño que podemos hacer a quienes estén involucrados.

Mentir descontroladamente suele estar asociado a patrones alterados de responsabilidad o problemas de ego e individualismo, es importante recordar que nuestro desempeño social afecta al entorno, este tipo de manipulaciones o alteraciones de la verdad pueden ser atacados a tiempo para evitar convertirnos la vida en una serie de situaciones tormentosas que terminen arropando la realidad al punto de volvernos víctimas de nuestra propia ficción e incluso creer lo que hemos inventado.

Como dice Arjona en alguna estrofa de su eterna canción, "Una mentira que te haga feliz vale más que una verdad que te amargue la vida" ¿pañito de agua tibia o manipulación pasajera? porque toda mentira descubierta termina dejando un sabor doblemente amargo en la vida.

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