El YO SOY (tu conciencia) es la única puerta a través de la cual puede entrar algo a tu mundo. Deja de buscar señales. Empieza por invertir la afirmación “Ver es creer”, convirtiéndola en “Creer es ver”. Empieza a creer ahora, no con una confianza vacilante basada en pruebas externas engañosas, sino con una confianza firme, basada en la ley inmutable de que tú puedes ser aquello que deseas ser. Descubrirás que no eres una víctima del destino sino una víctima de la fe (de la tuya).
Aquello que buscas puede entrar en el mundo de la manifestación solamente a través de una puerta.
YO SOY LA PUERTA. Tu Conciencia es la puerta, de modo que debes ser consciente de ser y tener aquello que deseas ser y tener. Cualquier intento de realizar tus deseos de otras maneras y no a través de la puerta de la conciencia te convierte en un ladrón para ti mismo.
Tu mundo es tu conciencia materializada. No pierdas el tiempo intentando cambiar lo externo: cambia lo que hay en tu interior, y lo exterior se ocupará de sí mismo. Cuando comprendas la verdad de esta afirmación, sabrás que has encontrado la palabra perdida o la llave que abre todas las puertas. El YO SOY (tu conciencia) es la palabra mágica perdida que se ha hecho carne en semejanza de aquello que eres consciente de ser.
YO, tu deseo, tengo maneras de actuar que tú no conoces; mis formas de actuar no se deben averiguar. Tu deseo podría compararse a una semilla, y las semillas contienen en su interior el poder y el plan para su expresión. Tu conciencia es la tierra. Estas semillas se plantan con éxito únicamente si, después de haber declarado que eres y tienes aquello que deseas, esperas con confianza los resultados, sin tener pensamientos angustiosos.
La conciencia es la puerta de la cual se revela la vida. La conciencia siempre se está materializando. Por lo tanto, elévate a la conciencia de tu deseo y, automáticamente verás que se manifiesta.
Para hacerlo, debes negar tu identidad actual. “Deja que se niegue a sí mismo”. Niegas una cosa al retirar tu atención de ella. Para que una cosa, un problema o el ego salga de la conciencia, piensa en Dios, siendo Dios el YO SOY.
Quédate Quieto/a sabe que YO SOY DIOS. Cree, siente, que YO SOY; sabe que el que conoce dentro de ti, tu conciencia de ser, es Dios. Cierra los ojos y siente que no tienes rostro, no tienes forma y no tienes figura. Enfoca esta quietud como si fuera la cosa más fácil de lograr de este mundo.
Cuando todos los pensamientos sobre el problema o sobre ti mismo sean alejados de la conciencia porque ahora estás absorto o perdido en el sentimiento de simplemente ser YO SOY, entonces, en ese estado informe, empieza a sentir que eres aquello que deseas ser: “ YO SOY lo que YO SOY”.
(Neville, Goddard)
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