Nuestro nivel de prosperidad refleja la abundancia que estamos recibiendo, porque están relacionadas. La abundancia es un estado de ser que determina lo que vamos a recibir y luego prosperamos en cualquier nivel y tipo de abundancia que estemos creando. Como con la abundancia, siempre somos prósperos, pero eso no quiere decir que tengamos todo lo que queremos. Con la abundancia fijamos nuestra intención, con la prosperidad recibimos la abundancia relacionada con nuestra intención. La ley de la prosperidad es imparcial y desapasionada, simplemente responde a nuestros pensamientos, energías y palabras. Siempre estamos en un estado de prosperidad, recibiendo los resultados de nuestros pensamientos y palabras todos los días. Y podemos aprender a usar la ley de la prosperidad para crear la vida de nuestros sueños una vez que entendemos que ésta sólo responde a lo que estamos creando, activa o pasivamente.
Cuando prosperamos recibimos más de algo. Aunque nosotros conectamos la prosperidad con la riqueza, ésta no tiene nada que ver con el dinero. Para utilizar los mejores aspectos de la prosperidad, tenemos que conectar con la creencia de que merecemos tener lo que deseamos. El Universo nunca nos dice que no podemos tener algo, pero no nos puede dar más que lo que pedimos ni más que lo que creemos que merecemos. No importa para cuánta abundancia fijemos nuestra intención, nuestras creencias, pensamientos, palabras y acciones establecen si eso se va a convertir en parte de nuestra realidad o no. Y vamos a prosperar en todo lo que podamos recibir, lo cual podría estar muy por debajo de lo que queremos.
Podemos ser activamente prósperos, asegurándonos de estar recibiendo lo que queremos, o pasivamente prósperos, pensando que ya que no tenemos el amor, la alegría, bendiciones financieras o la paz que queremos, somos pobres, indignos y casos perdidos. Entonces nos sentimos impotentes para hacer los cambios que permitirán que nuevos niveles de prosperidad sean nuestros. Algunos tipos de prosperidad, como la carencia, nos hacen sentir incómodos. Otros tipos de prosperidad, como la abundancia financiera, nos hacen felices. El flujo de la prosperidad es dinámico y fluido, pero también depende de nuestra capacidad de permanecer en ese flujo y no limitarlo, sabotearlo ni bloquearlo. Nuestro nivel de prosperidad depende de nuestra intención para la abundancia.
Enfocamos la prosperidad desde el punto de vista de carencia y menos carencia, pero en realidad se trata de mirar el tipo de prosperidad que estamos creando. Cuando empezamos desde el punto de comprender que siempre tenemos prosperidad, podemos entonces enfocarnos en lo que estamos creando, el nivel en el que queremos estar y cambiar las intenciones, pensamientos y creencias acerca de la abundancia, que permitirán que nuevos niveles de prosperidad fluyan a nosotros. Cuando queremos cambiar el tipo de prosperidad que estamos recibiendo, debemos estar dispuestos a soltar lo que ya no necesitamos o queremos. ¿Qué pensamientos, sentimientos, creencias o juicios sobre ustedes mismos y los demás pueden soltar para poder cambiar el tipo de prosperidad que están recibiendo? Sean activamente prósperos y verán manifestarse los cambios en su vida y crear la prosperidad que desean.
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