por Jennifer Hoffman
25 de Julio de 2011
25 de Julio de 2011
Traducción: Margarita LópezEdición: El Manantial del Caduceo
http://www.manantialcaduceo.com.ar/libros.htm
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Amy Winehouse murió este fin de semana pasado, al igual que más de 100 personas en Noruega, víctimas de un tiroteo. Este tipo de noticias es inquietante, ya que nos hace a todos muy conscientes de la fragilidad de la vida, de lo fácil que es cruzar la delgada línea entre la vida y la muerte, y lo difíciles que pueden ser estos tiempos. Probablemente no sea una sorpresa que Amy Winehouse, quien ha luchado por años contra la adicción, ahora esté muerta, pero que alguien pueda disparar al azar a 100 personas, mayormente niños, sin ninguna consideración por ellos o sus familias, es lo que nos deja desconcertados. ¿Es esta persona también espiritual, qué podría hacer que alguien haga algo así y cómo puede el Universo permitir que sucedan estas cosas?
Los acontecimientos de este fin de semana son probablemente la razón por la que muchos de ustedes (yo también) experimentamos una profunda tristeza, fatiga, sensación de pérdida del equilibrio, náuseas y baja energía. Cada vez que experimentamos un gran cambio en la energía, hay decisiones y elecciones que algunas personas tienen que hacer – ¿quieren estar aquí, han acabado con lo que han venido a hacer, están dispuestos a continuar con su camino de vida, o desean ser parte del proceso de despertar? He hablado sobre los vórtices de compasión muchas veces desde el 2004 y ellos sirven para ayudar a elevar las energías en momentos críticos y a una escala global.
Los vórtices de compasión son creados a partir de un evento que despierta la compasión de la humanidad y lleva la energía colectiva al chakra del corazón. En ese momento, la conciencia global tiene un solo foco, el amor y la compasión fluyen de sus corazones abiertos, y hay una re-conexión de la humanidad a través de sus centros del corazón. Estos vórtices se crean normalmente por medio de un evento como el tsunami del 2004, los terremotos de Japón y Haití, los tornados de este año y, más recientemente, el tiroteo en Noruega. Durante estos momentos nuestra atención se vuelca desde nuestros problemas a los problemas de otros, rezamos, lloramos, enviamos condolencias y esperanza, recordamos que toda vida, incluida la nuestra, puede cambiar en un instante.
Cuando la humanidad necesita que se la despierte, cuando el colectivo necesita recordar su conexión en lugar de sus diferencias, y cuando los corazones necesitan abrirse, se producen los vórtices de compasión. Las personas involucradas no son víctimas, porque a nivel álmico son participantes activos y dispuestos. Desde la persona o eventos que crean la situación hasta aquellos cuyas vidas son alteradas para siempre, hay un propósito divino para cada evento. Amy Winehouse será recordada como una cantante enormemente talentosa y profundamente perturbada que no pudo elevarse por encima de su dolor personal; el tiroteo en Noruega es un recordatorio de que a pesar de nuestro camino colectivo, todavía estamos divididos por nuestras diferencias percibidas. Vamos a seguir teniendo estos vórtices cada vez que necesitemos un recordatorio de que es a través de nuestros corazones y mentes abiertas que nos re-alineamos con nuestra divinidad, nos re-centramos en nuestro viaje de ascensión compartido y recordamos que todos somos uno, así que lo que le sucede a uno nos sucede a todos nosotros.
Copyright (C) 2004-2011 por Jennifer Hoffman y Enlightening Life OmniMedia, Inc. Todos los derechos reservados. Este material está protegido por leyes de derechos de autor de los EE.UU. e internacionales y puede ser distribuido libremente en su totalidad, siempre y cuando se incluya el nombre del autor y la página web Uriel Heals, www.urielheals.com.
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