Admitir que te equivocaste.
Hacer lo que es correcto, aunque los demás no lo hagan.
Hablarle a alguien que no conoces.
Decir “no” cuando otros están tratando de que hagas algo que sabes que no debes hacer.
Decir la verdad y aceptar las consecuencias.
Defender algo en lo que crees, aunque podría significarte el rechazo o el ridículo o incluso un daño físico.
Defender a alguien a quien se considera impopular o inaceptable.
Vivir tu fe con todo tu corazón, tu mente, tu alma, y tu fuerza, sin importar lo que te cueste.
VÍA RENUEVO DE PLENITUD
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