El corazón -para la sabiduría antigua- era la olla donde se realizaba la alquimia secreta. Los viejos odios aprendidos por el ego se transformaban en las mieles edificantes del espíritu. Desde el espacio vacío e infinito del corazón lo innombrable alumbra nuestros ojos cuando le permitimos que ocupe su lugar.
VÍA MUJER NAGUAL
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