Una forma de liberarte del apego es cultivar la conciencia testigo, para convertirte en un observador neutral de tu propia vida. El lugar del testigo dentro de ti es la simple conciencia, la parte de ti que está al tanto de todo – sólo nota, observa, no juzga, sólo está presente, aquí y ahora.
El testigo es en realidad otro nivel de conciencia. El testigo coexiste junto a tu conciencia normal, como otro nivel de conciencia, como la parte de ti que está despertando. Los seres humanos tienen la capacidad única de estar en dos estados de conciencia a la vez.
Ser testigo de uno mismo es como dirigir el haz de una linterna hacia ti mismo. En toda experiencia – sensorial, emocional o conceptual – existe la experiencia, datos sensoriales o emocionales o de pensamiento, y tu conciencia de ello. Ese es el testigo.
El testigo es la conciencia de los propios pensamientos, sentimientos y emociones. Ser testigo es como despertarse por la mañana y al mirarse en el espejo darse cuenta de sí mismo – no juzgar o criticar, simplemente observando neutralmente la calidad de estar despierto. Ese proceso de volverte hacia ti, te saca de estar sumergido en experiencias, pensamientos y sensaciones del exterior.
- Extracto del libro de Ram Dass recientemente publicado COMO VIVIR DESDE EL CORAZÓN ESPIRITUAL-
VÍA LUZ ARCOÍRIS
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