viernes, 11 de enero de 2013

LO QUE LOS OTROS ESPERAN...♥



Eliana El

Hace un rato estaba viendo una película, es una de esas películas que se hace para televisión. Lo poco que vi, porque no la terminé de ver y sólo estuve unos 10 minutos mirándola, contaba la historia de una ama de casa muy exigente que ideó un plan para que su familia mejorara: la niña de tres años debía controlar esfínteres en un determinado período de tiempo, el niño de siete años debía subir todas sus notas en el colegio y el esposo debía lograr un ascenso que le estaba siendo muy esquivo en su trabajo. Para el esposo compró dos libros sobre cómo triunfar en los negocios y en la empresa y hasta le subrayó los párrafos que le serían de utilidad. Resulta que además de trabajar en una gran empresa, el señor de la casa era carpintero y entre otras cosas había hecho una hermosa mesa de comedor para su casa.

Cierto día entra la señora en la sala de la casa de noche y se encuentra con que su marido se había quedado dormido leyendo uno de los libros de empresa que ella le pidió que leyera, el libro estaba encima de su regazo. Ella visiblemente emocionada al ver que el señor estaba cumpliendo con lo que ella le encomendó se le acercó para coger el libro y se dio cuenta de que el libro de negocios escondía debajo lo que él realmente estaba leyendo: un libro de carpintería para hacer muebles para la casa.

No vi más de la película pero esa escena me llevó a la reflexión ya que muchas personas en el mundo viven esa vida: cumpliendo con un trabajo que no los hace felices cuando en realidad su pasión es otra. En este caso el señor se sentía presionado no sólo por su esposa sino por la sociedad en general que espera que un hombre cabeza de familia tenga un trabajo “respetable” en una empresa. Cuánto más feliz sería si se decidiera a cultivar su afición por la carpintería e hiciera de ello su medio de vida, un medio de vida exitoso y lucrativo, es perfectamente posible.

Robert Anthony dijo en uno de sus libros “nada en la vida compensa ocho horas de infelicidad diarias” refiriéndose al área laboral. Además esa frase aplica para todo, nada en la vida compensa un matrimonio infeliz, ni un deseo frustrado de ser o hacer algo que sabemos en nuestro fuero interno que nos daría vida y vigor a nuestra existencia, pero el miedo, siempre el miedo es el enemigo que nos impide vivir una vida a nuestra manera.

Fuente: http://www.creaturealidad.com

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