Alguna vez alguien me comentó que las mejores ideas no llegan a una sola persona, sino que el “Universo” las envía a miles o millones a la vez. El universo de alguna manera quiere asegurarse que su mensaje no se pierda, ya que la mayoría de las personas están tan ocupadas que no podrán recibirla, algunos otros pocos la podrán recibir y tan solo un puñado actuará para llevarla a cabo.
Me parece lógico y hasta me puedo relacionar con la idea de que muchos tenemos ideas que no llevamos a cabo. He estado ahí. Muchas veces platicando con amigos y al ver una buena idea puesta en marcha en la forma de un nuevo negocio, alguno comenta: ¡Me ganaron la idea! Yo iba a poner ese negocio. La idea de que muchos recibieron esa idea y pocos actuaron queda confirmada.
Lo más inquietante es el tema de que la mayoría de las personas no reciben la idea, en primer lugar. Si el universo está mandando ideas extraordinarias, ¡yo quiero participar! Definitivamente. Y estoy seguro que tú también quieres hacerlo. Pero cómo podemos aumentar esa capacidad de recepción de grandes ideas, la creatividad ilimitada, como lo hicieron genios como Leonardo Da Vinci, Einstein, Edison…
A Michael Gelb, autor de “Cómo pensar como Leonardo Da Vinci” y“Bebiendo Vino para el Pensamiento Inspirado: Descorcha tus jugos creativos” (que se me antojó leer solo de mencionarlo aquí) también le intrigó esta pregunta. En el transcurso de los años, Gelb le ha preguntado a miles de personas donde tienen sus mejores ideas.Las respuestas más comunes son “en la ducha”, “descansando en la cama”, “caminando por la naturaleza” y “escuchando música”. Casi ninguno dice que sus mejores ideas vienen cuando “está trabajando”.
La clave está en la recuperación mental, las mejores ideas llegan cuando tu mente está relajada, recuperada y receptiva a los mensajes del “universo” o de tu propia creatividad, lejos del trabajo.
Leonardo Da Vinci, tomaba varios descansos durante el día para mantener su actividad creativa.Einstein también hacía lo mismo durante sus “momentos de creatividad” en los que se sentaba en un salón obscuro para descansar la mente, casi como algún tipo de meditación, con una libreta al lado para anotar sus ideas.
Mientras Da Vinci pintaba una de sus más grandes obras, “La Última Cena” (para el monasterio de Santa María delle Grazie en Milán), pasaba horas a mitad del día en relajación y descansando. A veces no trabajaba por un día o dos. Un buen día, el superior del monasterio, molesto por la “falta de seriedad del artista”, le pidió que por favor trabajara de una manera más constante. La respuesta de Da Vinci fue tanto simple como reveladora: “Los grandes genios”, dijo Da Vinci, “algunas veces logran más cuando trabajan menos”.
En su famoso “Tratado sobre la Pintura”, Da Vinci escribió “Es muy bueno planear de vez en cuando alejarte y tener un poco de relajación…cuando regreses al trabajo, tu juicio será más seguro, ya que mantenerte constantemente en el trabajo ocasionará que pierdas el poder del juicio”
¿Cómo puedes incluir descansos regulares durante para ser más creativo y productivo?
DE EXITO360.COM
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