Si algo te confunde, juega con ello. Experimenta distintos enfoques y opciones, sin otra expectativa ni más intenciones que satisfacer tu curiosidad.
Jugar es una maravillosa manera de aprender y mejorar. Piensa en todas las cosas que aprenden los niños en sus primeros años de vida, y cuánto de su tiempo pasan jugando.
Estar demasiado serio o rígido puede llevar a que tu creatividad se paralice. Relájate, y date permiso para jugar.
Esas tareas que más disfrutas son las tareas en las cuales eres más efectivo. Encara tu trabajo con un sentido juguetón del placer y mejorarás tu desempeño.
Bríndate la posibilidad de disfrutar de la alegría de ser curioso y juguetón. Hasta en los más complicados desafíos, queda espacio para cierta diversión.
Juega, y sé un entusiasta aprendiz toda la vida. Juega, y genera así nuevo y delicioso valor en tu vida.
Gabriel Sandler
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