El amor no se busca, se encuentra. Lo único que podemos hacer es generar las condiciones adecuadas para que cuando aparezca alguien "amable" podemos disfrutar adecuadamente de la relación. Esto nos lleva a cuestionarnos si sabemos qué condiciones son las adecuadas para que una relación sea sana, porque si no es así, podemos caer en relaciones de dependencia y por ello, de sufrimiento.
Pero centrémonos en aquellas personas que buscan el amor, ya que su principal acción es la de demstrar que son dignos de ser amados, que son "amables", pero esto lo hacen continuamente, y a la mínima de cambio, de una manera obsesiva, como si fuese el eje de su vida. Por este motivo se entregan de manera casi fusionada ante la más mínima muestra de cariño de cualquier persona que les preste un poco de atención, provocando recelos en el mejor de los casos (¿Por qué todo esto gratis sin que yo lo haya pedido? ¿Tendré que pagar unos intereses estratosféricos?) y, en el peor de los casos se atrae a sanguijuelas y vampiros emocionales que viene a aprovecharse de la debilidad y la inseguridad.
Y entonces podemos asistir a una colección de relaciones frustradas y frustrantes y a un aumento del deseo de que aparezca un principe real al que se le pedirá que compense todo el sufrimiento anterior.
- ¿Por qué todo el mundo se aprovecha de mi cuando yo sólo busco alguien a quien amar?
- Porque te estás regalando, y eso provoca que los demás no te perciban como alguien con quien compartir, te perciben como alguien de quien tomar provecho. La ayuda afrecida sin ser demandada no es valorada ni es agradecida.
- ¿Eso quiere decir que tengo que ser completamente diferente? ¿He de comportarme como un/a psicópata que trate a todo el mundo con desprecio?
- No. Has de ser tú misma. Y regalándote puede ser que tampoco lo seas. Aceptando las migajas de cariño que te den no conseguirás sentarte en la mesa a comer la parte del pastel que te tocaría. Tienes que aprender a estar sola bien para estar en pareja mejor. Estar en pareja bien y saber que si no lo estás te sentirás mal sólo genera dependencia emocional. Y eso es vivir en el miedo perpetuo. Lánzate a la piscina. Vive tu soledad, aprende a disfrutarla y luego deja que entre alguien a ayudarte a cambiar la decoración, no a cambiar de casa.
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