Leí algo sobre el difusor del Hoponopono, contada por un discípulo. Entraron a un restaurante y, a pesar de que había mucha comida natural, el Dr. Len pidió una hamburguesa enorme. El discípulo estaba muy sorprendido y le confrontó esta actitud, a lo que el Dr. Len le contestó: "Antes de comer cualquier cosa, en mi mente digo a la comida, “te amo, te amo”! Si estoy trayendo cualquier cosa en esta situación que me produzca malestar mientras te estoy comiendo, no eres tú! Tampoco soy yo! Es algo que se desencadena de mí y de lo que yo me haré responsable! Entonces continúo y disfruto de la comida, porque ahora está limpia. La comida no es peligrosa, tus pensamientos sobre la comida son peligrosos."
Publicado por LAURA FOLETTO
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