Cuando nos encontramos con un atasco en la carretera, tenemos varias alternativas. A veces, el hecho de no poder avanzar durante un breve período de tiempo nos frustra tanto que se nos sube la tensión. Pero también podemos aprovecharlo para esas cosas que generalmente no hacemos por falta de tiempo: repasar el talonario, escuchar música, escribir una entrada del diario o cerrar los ojos e intentar relajarnos unos minutos. Si el atasco es tan grande que nos obliga a dar la vuelta, busquemos una salida y tomemos otra carretera y si la carretera está impracticable por completo, volvamos sobre nuestro pasos. Todos nos encontramos atascos en la carretera de la vida; a veces, nos obligan a detenernos a estudiar la situación con calma; otra, necesitamos estar abiertos a nuevos rumbos; y otras, hay que volver al principio y comenzar de nuevo. Los ángeles saben que estos obstáculos en nuestro camino responden a razones que no podemos desentrañar. Cuando, en vez de dejarnos paralizar, permitimos que los ángeles nos guíen, podemos estar seguros de que saldremos adelante.
Cuando encuentres un atasco en tu vida, busca a los ángeles, porque están a tu lado dispuestos a ayudarte. Pregúntales qué tipo de atasco es y por qué te lo has encontrado y luego decide si tienes que esperar, tomar otro camino o volver atrás y afrontar de nuevo el problema.
Meditación de los ángeles: Cuando me encuentro con un atasco en la carretera de mi vida, intento saber por qué y pido la escolta de los ángeles para atravesarlo
VÍA SOY ESPIRITUAL
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