Existen muchas leyendas mitos antiguos de Creación que nos dice que la fuerza original de Dios creó dos seres que sacó de su propia esencia. Estos dos seres, a su vez, fueron en los creadores de Todo Lo Que Es.
Así los principios espirituales básicos de la creación es la Unidad ( la Unicidad de Todo lo que Es), la Dualidad ( el uno explorándose a partir de la tensión de los opuestos) y la Multiplicidad (la repetición, de esa danza básica de creatividad , una y otra vez en formas maravillosas y complejas.)
Las relaciones nos ayudan a redescubrir la danza original del DOS que de hecho son UNO. El movimiento siempre tiende a descubrir Armonía y Unidad; y entonces descubre de hecho que también hay desarmonía y dualidad porque los dos ahora son seres únicos e individuales. Y la clave de esta danza es balancearse y fluir de la unidad a la dualidad y viceversa.
Existen también muchos mitos antiguos que hablan de deidades originales “danzando” en los cielos que en su giro diseminan la creación con su danza. El mito que me viene a la mente es el de Shiva Y Shakti, cuya unión y “danza” representa el mito de las energías del Sagrado Masculino y Femenino en la realización de la danza de la creación.
En nuestras relaciones con las nuevas energías multidimensionales, necesitamos comprender los pasos de esa danza sagrada de Shiva y Shakti, si queremos replicarlos en nuestra vida. La danza tiene tres pasos primarios o movimientos.
El primer movimiento tiende siempre a la Armonía y la Unidad. Dos personas se atraen y tratan de buscar y descubrir juntas de que maneras se parecen. Este es el movimiento hacia la Fuerza Divina o el movimiento de Dos buscando ser el Uno original. Porque este movimiento es hacia la Divinidad esta etapa de la relación es siempre extática, jubilosa, creativa, mientras los dos seres sienten el flujo de luz y energía entre ellos. Ellos se descubren y consiguen las mejores partes de ellos mismos reflejadas en el otro en esta parte de la danza sagrada.
El segundo movimiento tiende siempre a alejarse de la Unidad hacia la Separación. El Uno se hace Dos, separados y únicos. En esta fase de la relación la danza de las dos personas es la del descubrir las formas en las que son diferentes y por que en esta etapas de la relación esta se aleja de la fuente de la divinidad y va hacia la separación y la dualidad, a menudo hay ansiedad y rabia. Además de un deseo de ejercer control para mantener la semejanza.
Esto es porque en nuestra cultura espiritual nos da miedo la dualidad, la vemos como algo malo y tomamos partido por la Unidad de conciencia y por movernos “mas allá de la dualidad”. Pero nunca podremos movernos más allá de la dualidad mientras tengamos una identidad separada y única. En nuestro estado de conciencia mas elevado siempre tomaremos parte de esa danza de energías entre Unidad y Dualidad. Estar consciente es darse cuenta de la danza y es ser capaz de soltar y disfrutar la danza sabiendo que el fluir siempre irá de un lado a otro entre estos dos estados del ser.
En una relación de pareja esto significa que debemos estar preparados para experimentar tiempos de desafío y discordia. Puede que haya rabia, frustración y otras energías negativas. Estas deben ser manejadas con elegancia y con el conocimiento de que si las manejamos así no tienen porque volverse destructivas. Esto es a lo que llamamos la SOMBRA de la relación. Siempre estará allí. El como sea manejada e integrada determinará la calidad de la relación. Si ambos compañeros o “bailarines” saben como llevar con éxito la danza de la rabia y la negatividad, entonces se puede negociar sin crear un desbalance tal que la relación/danza se interrumpa y se destruya. Yo he conseguido que la clave aquí siempre es permitir que la rabia y la negatividad se expresen y se liberen, sin tomárselo personal o necesitar defenderse en formas destructivas si hay igual rabia de ambos lados. Esto solo crea una espiral de energía negativa que impide la danza de su próximo paso o movimiento.
El tercer movimiento es siempre la vuelta a la Unidad y la Armonía. Los Dos descubren de nuevo, por medios de sus jornadas separadas, de que ellos son sin duda Uno. De hecho ellos se redescubren en la Unicidad, ya que han aprendido algo más acerca de ellos y del otro y se reunifican ahora en un punto mas arriba de la espiral evolutiva de conciencia. Y habiendo aprendido esta cosa nueva en particular, no necesitan regresar a atrás y repetirse una y otra vez, siendo esto la forma como los patrones destructivos surgen en la relación. Los hábiles bailarines cósmicos saben como soltar y moverse a nuevos niveles de la experiencia de la danza manteniendo la relación en un estado de crecimiento y nuevos movimientos.
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