En la vieja energía de tercera dimensión las relaciones de pareja estaban basada a menudo en atracción física o magnetismo. El concepto de “química”, “amor a primera vista” y muchos otros conceptos románticos fomentados por interminables ejemplos de películas y novelas, era la fuerza de motivación. Se trataba de las apariencias, acompañadas de toda una industria para mantenerse joven, en forma y sexualmente atrayente con el objetivo de “atraer” una pareja adecuada. Esto se argumentaba como la forma de actuar de la naturaleza y las mujeres mas guapas atraían a sus pareja para reproducir sus genes. Bueno esto puede ser, pero las relaciones humanas no son solo para reproducirse y ya no necesitan seguir siendo así. Hay suficiente gente en el planeta para permitirnos el reformar las relaciones de parejas como algo mas que sexo y reproducción.
También cuando dos personas se casan en forma convencional, la fuerza de la energía arquetipal es tan fuerte que ellos están casi obligados a jugar roles predeterminados. Muchas personas que juran que no van a reproducir los matrimonios de sus padres, eso es lo que justamente hacen. ¿Porqué? Porque mas allá de las buenas intenciones, esta el ímpetu arquetipal del sistema matrimonial que construido sobre miles de años, tiende a prevalecer y a crear la realidad. Hombre y mujer caen en los roles de “proveedor” y “nutridora” o entran en los juegos de poder para ver quien puede dominar y quien se somete. O juegan al drama de victimas, abusadores y rescatadores. Y muy a menudo los modelos de estos roles los traen de sus padres.
Estos modelos son aprendidos desde la infancia cuando el niño observa a sus padres en la danza de la relación de pareja y graba en el subconsciente todos los detalles como referencias para el futuro. En Metafísica llamamos esto el drama del “Niño Interno” y contiene todos los temas no resueltos de ambas familias, experiencias y probablemente vidas pasadas, en las cuales el alma haya jugado los papeles en el “drama familiar”.
Hemos aprendido a explicar este proceso de los roles del alma como “karma ” y nos decimos que pasamos por esta experiencia para aprender. La pareja en la relación es vista como un espejo de nuestros temas y nosotros diligentemente trabajamos para asimilar cualquier sea el aprendizaje para nosotros. Y probablemente reencarnemos para continuar con este supuesto aprendizaje.
Pero una de las cosas que nos han enseñado los Índigo y los Cristal es que el concepto de Karma está caduco. ¡SE TERMINO EL KARMA! Eso no significa simplemente que te graduaste de la escuela kármica para convertirte en un ser sabio. Probablemente significa que el karma no existía, sino que fue otro “sistema” que los humanos inventaron para ayudarse a explicar porque los otros sistemas que también inventaron, incluyendo el “sistema” del matrimonio, eran incómodos y se tenía que perseverar y trabajar en ellos.
A medida que nos adentramos en el estado Cristal, empezamos a entender que la relaciones de pareja tienen que ver con asociaciones creativas. Son vínculos del alma experimentando el ser y al ser como otro, son de co-creación. No hay prisiones y nunca debieron serlo. Son acerca de SENTIMIENTOS. Ser capaces de comunicar el espectro completo de sentimientos con y a la otra persona. Y que esto puede realizarse dentro se las relaciones familiares, pero que existen muchas otras formas que eso puede ser explorado y disfrutado.
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