viernes, 30 de septiembre de 2011

SANANDO LAS HERIDAS DE LA MATERNIDAD...♥


Por Jelaila StarrEscrito el 22 de Julio, 2003
 Son las dos de la madrugada y nuevamente me encuentro sola peleando con un intenso dolor emocional… la vergüenza, la culpa, el remordimiento con respecto a elecciones que he hecho como madre. Si mi pensamiento va hacia atrás, los años desapareciendo cuando trato de penetrar la bruma del tiempo hasta el momento en el hospital en el que mi hijo de 5 días fue retirado por última vez de mis brazos. Teniendo apenas 17 años, yo he dado a luz un hermoso varoncito de una mezcla de razas. Y yo he hecho la elección de darlo en adopción. Mi corazón se quebranta cuando beso su pequeña frente por última vez, y cuando inhalo el dulce olor de su piel, grabando a fuego ese momento en mi memoria.
 Voy hacia delante dos años cuando tuve que hacer la próxima elección. Salgo caminando de una clínica de abortos sintiendo como mi feto de 19 semanas se retuerce en los últimos momentos de su breve vida en mi panza. Yo subo a mi coche luchando por retener las lágrimas. Estoy llena de culpas y vergüenza por mi elección de abortar a este niño, pero al mismo tiempo siento una liberación de que este embarazo se haya terminado. Empujo mis sentimientos a un lado y quedo sentada ahí en el coche durante un minuto enfocando mis pensamientos en como llegaré a la sala de emergencias cuando comience el parto, sin que mis padres se enteren. A las 19 semanas voy a comenzar con los dolores de parto y voy a dar a luz. Por millonésima vez me pregunto cómo he hecho para meterme en semejante situación.
 Otro recuerdo aflora a la superficie, demandando mi atención – yo tengo 44 años y estoy en el hospital nuevamente, esta vez para efectuar una histerectomía de urgencia. Yo estoy sola en la pieza, conciente de los ruidos atenuados de las enfermeras y de los pacientes que flotan a través de mi puerta. Drogada con Percudan, estoy agradecida por el breve respiro del dolor físico… y del dolor que viene de la profunda pena, los sentimientos de pérdida y fracaso, que todos tratan de invadirme.  Yo sé que eventualmente tengo que enfrentar la pena de perder mis ovarios y útero debido a tumores fibrosos, la pérdida de la plenitud de mi femineidad, pero no lo puedo hacer, por lo menos no en este momento.
 Avanzando rápidamente hacia el ahora… pienso acerca de mi hija de 15 años y como se ha cortado ella misma deseando cometer suicidio, para salir de una vida que considera insoportable… una vida que yo ayudé a crear cuando yo abandoné la custodia residencial de ella frente a su padre. Lo que fue una vez una relación cercana y maravillosa ahora prácticamente no existe. Dios, esto duele tanto!
 Estando acostada ahí en la oscuridad, lágrimas silenciosas corren por mis mejillas… lágrimas de una madre consumida por la vergüenza y culpa de las elecciones maternas – heridas que nunca parecen sanarse. Me pregunto, ¿cómo puedo llamarme a mi misma una madre? Yo he quebrantado la regla de la maternidad, la regla según la cual incontables generaciones de madres antes que yo han vivido – la que dice que yo nunca debería haber entregado mi hijo no importando lo que sea. Yo pienso en todo el dolor que proviene de haber quebrantado esa regla, no solamente para mi misma, sino también para los que se encuentran cerca de mí. Yo siento que he fallado tan miserablemente como madre. Eventualmente la fatiga de un corazón pesado me supera y quedo dormida pero no sin antes reñirme a mi misma por lo que parece ser la millonésima vez.
 Ahora es de mañana. Estoy sentada aquí escribiendo este artículo después de una larga charla con mi marido Jonathan. Yo he vertido mi dolor de la noche anterior frente a él buscando desesperadamente su comprensión. Él me ayuda a dar cuenta de que aunque yo haya liberado la culpa de mis elecciones, yo no he liberado la vergüenza y es por eso que tuve otra de las que yo llamo “noches en el infierno”. Yo me pregunto ¿cuántas otras mujeres han tenido noches, o quizás días, como el que acabo de describir? ¿Cuántas mujeres cargan con la culpa y vergüenza de un aborto? ¿Cuántas muchachas jóvenes se sienten plagadas por la vergüenza que ellas experimentan como una adolescente embarazada, y la memoria tan dolorosa y que quiebra el corazón del niño que han tenido que abandonar? Yo me cuestiono ¿cuántas madres van a la cama cada noche sintiéndose como un fracaso porque han tenido que entregar el cuidado diario de sus hijos? A medida que hablamos estoy viendo claro que tengo que escribir acerca de las heridas que se crean por las creencias de la 3D en cuanto a la maternidad, para que otras mujeres puedan sanarlas, como yo lo he comenzado a hacer. Yo estoy tan agradecida de tener un hombre que pueda escucharme cuando comparto mis memorias dolorosas, sin juzgarlas o tratar de arreglarlo – alguien que me puede ayudar para explorarlas e ir hasta el fondo para ver lo que aún no está sanado.
 Así que, ¿porqué representa tanta lucha el liberarnos a nosotras mismas de este tipo de vergüenza y culpa? ¿Porqué nos resulta tan duro el perdonarnos a nosotras mismas? ¿Es quizás porque vivimos en una sociedad que promueve un estándar para madres, un patrón de creencias distorsionadas que si tendríamos que vivir de acuerdo a ellas tendríamos que sacrificar mucho de nosotras mismas para hacerlo? Y no es solamente que promueven ese estándar distorsionado, sino que agregan las consecuencias de culpa y vergüenza para aquellas mujeres valientes que se animan a sobrepasar esos límites. No hay que asombrarse de que peleemos! Hay tan poco apoyo y educación disponible para unas creencias más funcionales y equilibradas. Yo siento que nuestras creencias acerca de la maternidad, de lo que debería y no debería ser, han contribuido grandemente al nivel de los problemas femeninos que experimentamos hoy en día. Estamos en ese punto en nuestra ascensión cuando no podemos seguir soportando estas emociones; tenemos que sacarlas a la luz y liberarlas ya que de otra manera nos vemos enfrentadas a las consecuencias de vivir con esas creencias – una pérdida de sexualidad, o la habilidad de tener hijos, y la habilidad de ser madre con alegría… todos los tres, derechos que nos son inherentes como mujeres.
 Yo comencé mi proceso de sanación de la maternidad cuando fui lo suficientemente afortunada como para aprender lo que yo llamo la Perspectiva Superior. A través de este nivel de sabiduría, he comenzado el proceso de liberarme de la culpa y vergüenza con las que he cargado. A comienzos de este artículo compartí partes penosas de mi memoria que hacían trizas mi corazón, en la esperanza de que si ustedes tenían experiencias similares, ellas les ayudarían a contactarse con el dolor de estas memorias y comenzar a sanarlas. Ahora, con la ayuda de la Perspectiva Superior,  junto con un ejemplo de cómo aplicarlas ustedes disponen del conocimiento para hacerlo. Para comenzar va a hacer falta que ustedes tengan una comprensión básica de la Perspectiva Superior.
LA PERSPECTIVA SUPERIOR
 La Perspectiva Superior es el nivel de conciencia o comprensión en donde la Oscuridad y la Luz en todas sus formas dejan de existir como polaridades, una mejor o peor que la otra. En este nivel, las mismas son vistas simplemente como expresiones de Todo Lo Que Es manifestándose en diversas formas en las manos de las diosas y dioses Creadores – nosotros.  Cuando uno alcanza el nivel de la Perspectiva Superior, uno ha conseguido la total aceptación de Todo Lo Que Es, que también se conoce como compasión.
 La Perspectiva Superior nos enseña que hay muchos nombres para Dios y muchos elecciones de género, dependiendo de su orientación espiritual. Para el fin de este artículo vamos a llamar a esta energía del Creador Divino, al que por conveniencia para el escrito, le voy a dar el género femenino. Se dice con frecuencia que la Creadora Divina eligió fragmentarse a si misma, dando así a luz a nuevas almas a fin de experimentar más de lo que ella es. A través de las creaciones creadas por sus pequeños dioses y diosas creadoras, ella aprendería más acerca de si misma, tal como una madre aprende más acerca de si misma a través de las experiencias de su hijo. Nosotros somos fragmentos del alma de la Creadora Divina y por lo tanto existimos para crear.
 El propósito principal de nuestras creaciones es para aprender más de lo que somos como almas y así posibilitarle a la Creadora Divina que aprenda más acerca de sí misma a través nuestro. Nosotros constatamos que la mejor forma para hacer esto es jugando juegos (juegos en este caso se refiere a juegos para el crecimiento del alma y para el orden más elevado). Ellos nos permiten experimentar plenamente lo que sea que nosotros como diosas/dioses creadores podamos crear. La meta de nuestros juegos siempre es el crecimiento del alma. En este universo el Juego es la Integración de la Polaridad. Es el juego elegido por la Creadora Divina para ser jugado en su universo. Así que nuestra meta siempre es obtener el crecimiento a través de la creación y de jugar juegos. A comienzos nuestros juegos fueron muy simples, no papeles complejos para atascarnos, pero a medida que maduramos como almas, creamos juegos más sofisticados completos con papeles muy complejos y multifacéticos.  Es ahí donde estamos en la actualidad. La tierra y su juego de creencias es un juego… del orden más elevado y solamente aquellas almas que han superado todos los otros juegos del universo vienen aquí para jugar. Usted podría comparar esto con el torneo profesional de golf llamados “Masters” en donde el campo de golf en donde se juega el torneo es uno de los más hermosos en el mundo, pero también es el más complejo y difícil. Solamente un maestro podría eventualmente ganar a este nivel del juego.
 Los papeles que actuamos son cómo aprender acerca de nosotros mismos. Cada papel que creamos tiene dos lados del mismo, un lado Claro y uno Oscuro. A través de actuar ambos lados del papel, aprendemos la aceptación incondicional del aspecto de lo Claro y lo Oscuro que comprende ese papel. Nosotros aprendemos ahí donde aún no estamos en condiciones de conseguir la aceptación y hasta que lo hagamos, vamos a continuar creando juegos con esos papeles y los vamos a representar encarnación tras encarnación.
 Dado que es difícil jugar un juego sin otros jugadores, enlistamos la ayuda de otras almas para nuestros juegos; aquí entra en juego el concepto del servicio hacia otros (no se intenta hacer una broma) Cuando las otras almas actúan papeles para nosotros, ellas nos permiten ver aquellas partes nuestras que queremos equilibrar y para aprender a utilizarlas constructivamente. La Luz y la Oscuridad son energías fuertes que requieren madurez y sabiduría para ser utilizadas constructivamente. Y la polaridad Oscura es una energía especialmente desafiante,  que fácilmente nos puede arrollar y controlar hasta que aprendamos a manejarla.
 A medida que actuamos estos juegos para la evolución del alma, formamos asociaciones con ciertas almas. Nos comprometemos a intercambiar lugares con nuestras parejas, actuando la parte opuesta de cada papel, para que así cada participante pueda experimentar todos los aspectos de cómo es estar en una cierta situación. Tal es la manera en los papeles de los abortos, adopciones y cambios de custodia.
 Continuando, nosotros conseguimos el crecimiento del alma a través del servicio hacia nosotros mismos y hacia otros. La forma en la que servimos es a través de la actuación de los papeles en los juegos de cada uno. A través de estos papeles nosotros le mostramos a los otros los aspectos de ellos mismos que no pueden ver, en esencia, actuamos como un espejo para ellos.
 Antes de que acordemos actuar los papeles en los juegos del alma de otro ser, nosotros establecemos un contrato con él/ella. En este contrato nos comprometemos a actuar el papel exactamente como fue escrito por el alma para quién estamos actuando este papel. Y, nosotros acordamos en seguir actuando ese papel exactamente tal como fue escrito hasta que la persona, para la cual lo estamos actuando, ve el espejo de él/ella misma. Una vez que se haya conseguido esto, podemos ser liberados de ese papel. A este nivel no hay lugar para el pecado y así, para el perdón. El pecado implica que alguien hizo algo mal. La Perspectiva Superior nos informa que todos nosotros somos almas que están actuando papeles a fin de ayudarnos el uno al otro para obtener el crecimiento del alma, y así, brindarle a la Creadora Divina las oportunidades para aprender más acerca de quién ella es, al ejecutar el propósito para el cual hemos sido creados.
 Así que, ahora estamos de vuelta al comienzo… se han puesto los fundamentos; ahora sigamos hacia delante y comencemos con la sanación con nuestras heridas maternales.
SANANDO LAS HERIDAS DE LOS ABORTOS, ADOPCIÓN Y CAMBIOS DE CUSTODIA.
 Nuestra sociedad nos enseña que la maternidad es un regalo y que nunca deberíamos abandonar no importando los sacrificios que tengamos que hacer. Esto significa que si elegimos abandonar a nuestro hijo, no importando la razón, vamos a cargar para siempre con la culpa y la vergüenza que seguramente nos traerá el abandono de ese regalo. Desde la Perspectiva Superior, esto se ve un poco diferente. Vamos a explorar cada tipo de situación y su perspectiva multidimensional. (Multidimensional significa de más de una dimensión; dimensiones múltiples. En este sentido quiere decir que hay más que un nivel de conciencia o comprensión y uno más compasivo, por lo tanto, hay un patrón de creencias más equilibradas que se puede aplicar). Por medio de la comprensión y el abrazar a la Perspectiva Superior, finalmente nos podemos liberar de nuestra culpa y vergüenza por las elecciones de la maternidad y podemos prevenir los problemas médicos que son su legado.
LA PERSPECTIVA SUPERIOR DEL ABORTO
 La Perspectiva Superior nos enseña de que cuando se produce la concepción, es porque un alma entrante ha decidido comenzar el proceso de crear un cuerpo físico en el cual va a nacer. Tomen nota de que dije, comenzar el proceso. En el caso de un aborto, el alma entrante no tiene pensado entrar al plano Terrestre; él/ella solo piensan comenzar el proceso. ¿Porqué? A fin de completar el contrato con el alma que sería su madre si la concepción terminaría en el nacimiento de su cuerpo físico. No todas las almas entrantes tienen la intención de nacer. Tal como lo he explicado con anterioridad, muchas veces el contrato entre el niño y la madre abarca el intercambio de papeles, para que cada uno pueda experimentar los sentimientos asociados ya sea con el abandono del alma o ser entrante o para la madre misma. Los contratos de aborto no tienen que ver con karma o retribuciones, ellos tienen que ver con la forma más elevada de servicio y expresión de amor hacia otra alma. Recuerden que lo que otros nos hacen refleja lo que le hacemos a nuestros niños interiores. Los contratos de aborto le enseñan al alma entrante la lección de lo que sucede cuando nosotros abandonamos a nuestro niño interior, porque su madre lo está abandonando. Los contratos de aborto le enseñan a la madre el valor de ser ella misma y el de fijar límites con parejas íntimas, a fin de que el abandono del si mismo ya no es requerido. También le dan a la madre la oportunidad de experimentar el ser verdaderamente para ella misma a través de la decisión de decir no a un embarazo… y el ser para uno mismo es el valor hacia uno mismo en acción… un concepto que ha sido distorsionado en nuestro mundo.
 Cuando yo concebí a los 19 años, yo no estaba más preparada para tener un hijo de lo que estuve a los 10 años. Y además, el muchacho por medio del cual concebí ya no estaba en mi vida. Después de haber tenido un niño a los 17 y haber pensionado las relaciones con mis padres, yo no estaba dispuesta a arriesgar ser arrojada a las calles al seguir adelante con el embarazo. Sin importar si ellos me hubieran apoyado o no, yo sabía que no podía atravesar ese embarazo. En forma contraria a mi embarazo a la edad de los 17 años, cada fibra de mi cuerpo chillaba, “No!” frente al pensamiento de dar a luz a este niño. En aquel momento no podría haber explicado la diferencia, pero ahora sí lo puedo. El contrato con este niño era el de tener un aborto. Ella no pensaba nacer… por lo menos no en ese momento. Esto fue un regalo de un alma al que he conocido durante muchas vidas… un regalo para aprender a cuidar de mi misma… y yo lo acepté. Yo me enteré de esto al aprender acerca de la Perspectiva Superior y de luego contactar al alma para averiguar acerca de la naturaleza de nuestro contrato. La contestación me liberó de la culpa de abortar ese embarazo. Ahora debo liberarme a mi misma de la vergüenza y una vez que lo haga, esta querida alma amiga finalmente será liberada del contrato y su servicio se habrá completado.
 La vergüenza puede ser solamente liberada una vez que comprendamos la creencia que es su fundamento; el de “debería ser distinto”. La vergüenza es el sentimiento de minusvalía o de inutilidad que proviene de no ser perfecto. Si somos perfectos entonces no cometemos errores, no hacemos cosas equivocadas. Solo los que son perfectos tienen el derecho de existir. Solo aquellos que son perfectos tienen el valor y son útiles. En mi caso, esto se traduce en que yo debería haber actuado en forma diferente. No tendría que haberme embarazado de aquel muchacho. Tendría que haberle dicho no al sexo, y debido a que no lo hice soy imperfecta y por consiguiente inútil como alma y sin valor como un ser humano. Pero la Perspectiva Superior nos enseña que todo tiene su valor y que cada cosa es perfecta tal como es. Así que el quedar embarazada era perfecto porque estuve en condiciones de cumplir con el contrato que tenía con otra alma, para ayudarle a crecer y ayudarme a crecer. El quedar embarazada fue valioso debido a la experiencia y el crecimiento espiritual que vendría de sanar la herida. En este momento me doy cuenta de esto en forma intelectual. Con el correr del tiempo lo voy a conseguir emocionalmente y cuando lo haga, finalmente voy a sanar esta herida y para conseguirlo emocionalmente, solamente tengo que pedirle a mis guías que me asistan trayéndome las experiencias que hacen falta para que esto se produzca… y ellos lo harán, siempre lo han hecho.
LA PERSPECTIVA SUPERIOR EN LA ADOPCIÓN
 Los contratos de adopción son para mi, los que más retuercen al corazón. Yo lo encuentro difícil para entender el porqué un alma quisiera de nacer con una madre solo para ser abandonado y criado por otra. Una vez más, no se trata del caso de restituciones kármicas, simplemente es parte de los requerimientos del niño para la evolución del alma. En muchos de estos casos, es porque él/ella necesitan experimentar externamente lo que se siente al ser abandonados por la madre, como una reflexión de cómo él/ella han fallado en nutrir y proteger su propio Niño interior en encarnaciones pasadas. En este caso, es la madre la que le otorga el regalo al estar dispuesta de experimentar el dolor de abandonar su hijo y el corazón roto que acompaña esto. A la edad de 17 años, aunque sabía que no le podía brindar a mi hijo la vida que él se merecía, eso no disminuyó en nada el dolor de perderlo.
 Durante los años siguientes yo cargaba con la culpa de sentir que lo había abandonado. No fue hasta que aprendí acerca de la Perspectiva Superior y que me puse en contacto con su Yo Superior, que me enteré de que no había razón para mi culpa. Era su intención el ser criado por sus padres adoptivos. Al nacer a través mío le permitió adquirir los genes que necesitaba para cumplir con su contrato. El darlo a luz me permitió experimentar el ocuparme de él al enfrentar a mis padres y demandar que él sería ubicado con una familia de raza mixta en el Norte antes de que yo firmase los papeles de adopción. Y Joshua fue ubicado en la familia para la cual había sido programado. Todo era perfecto tal como fue.
LA PERSPECTIVA SUPERIOR EN CAMBIOS DE CUSTODIA
 En nuestra sociedad hay una regla no escrita que indica que una vez que uno tiene un niño uno nunca debería abandonarlo, una vez que uno ha decidido criarlo. Esto es especialmente así en los casos de divorcio. Las estadísticas demuestran que la mayor parte de los niños son criados en el hogar de las madres después del divorcio. Y por ello hay un estigma negativo con el que se enfrentan esas mujeres, si quieren dejar la custodia una vez que la misma les ha sido otorgada. Yo peleé durante mucho tiempo con mi decisión de entregar la custodia residencial de mi hija de 7 años a su padre, antes de tomarla. Simplemente la idea de ello me llenaba con un gran sentido de fracaso, vergüenza y minusvalía. Con la comprensión de la Perspectiva Superior, yo estuve en condiciones de ver esto desde un punto de vista mucho más compasivo y amoroso. Yo aprendí que el cambio de custodia en la mayoría de los casos tiene que ver con un contrato del alma entre la madre y el hijo, de dar el hijo al otro padre para que le brinde el entrenamiento que la madre no está en condiciones de dar (por supuesto esto también se refiere a padres). Tal como lo he explicado con anterioridad, las almas convienen actual papeles para otras almas que requieren que ellas actúen como un espejo perfecto. En otras palabras el papel que está siendo actuado por un alma es ejecutado de tal forma que es un espejo perfecto para el alma de la parte receptora, como para que él/ella puedan identificar su comportamiento y creencias dentro suyo y tomar los pasos apropiados para limpiar y equilibrarlo.
 En la época en la que entregué mi custodia residencial de mi hija Danielle, hubo tres factores mayores decisivos. 1) Intuitivamente yo sabía que era lo correcto para hacer, aunque no tenía sentido en la 3D. 2) Intuitivamente yo sabía que ella necesitaba vivir con su padre para que él pudiera enseñarle las cosas que no podía aprender de me… nuevamente no teniendo sentido en ese momento. 3) Yo desesperadamente necesitaba liberarme por un tiempo de ser el custodio principal. Pero aún sabiendo esto yo seguí sintiendo que la estaba abandonando así que cargué con la culpa y vergüenza durante años. A través de la Perspectiva Superior estuve en condiciones de confirmar lo correcto de mi decisión y comencé a darme cuenta de que era perfecto y en el mayor bien para todos los involucrados. Y aún ahora que yo sé que ella se ha estado cortando (su forma de manejar la vergüenza de su decisión de no ser para ella misma, de no pararse y hablar su verdad y de permanecer en su integridad), yo una vez más reconozco lo correcto de mi decisión. Ella nunca aprenderá a ser fuerte sin alguien con el que tenga que pelear para reclamar su poder… alguien que continuará sosteniendo su poder hasta que ella aprenda a valorarlo, reclamarlo y mantenerlo. Y eso tiene que ser su espejo perfecto. Yo no podía ser ese espejo, pero si podía ser un espejo para ella por mantenerse en su poder, ser ella misma y de hablar su verdad sin importar las consecuencias… porque yo lo hice.
EL LEGADO DE LAS HERIDAS MATERNALES
 En la actualidad tengo muy poca o ninguna vida sexual aunque me siento atraída hacia mi esposo, porque ya no me siento como una mujer real. Todo lo que resta de mi sexualidad, de mi femineidad, es una gran sensación de pérdida, de fracaso, creado por mi inhabilidad de sostener y emplear mi poder femenino correctamente. Qué precio el que hay que pagar por creer en las reglas con las que he crecido, con las que prácticamente todas las mujeres en nuestra sociedad han crecido. Cuando cargamos con la culpa y la vergüenza, esas energías, las dos energías de más baja frecuencia que podamos cargar, contaminan nuestros cuerpos emociones y así se reflejan en nuestros cuerpos físicos. Después de tantos años, eventualmente se manifestarán como enfermedades físicas. Las formas más comunes de manifestación son tumores fibrosos, cáncer uterino y ovárico. El resultado de demasiado desinterés propio es el cáncer de mama… producido por nutrir a otros a expensas de uno mismo. Pero eso simplemente es la manifestación física; estas energías también nos pueden bloquear energéticamente y así psicológicamente. El lugar más común en el que nos bloquean es en nuestro primer y segundo chacra, los chacras que utilizamos para el anclaje, la manifestación, creación y el deseo sexual.
Yo he experimentado bloqueos en todas esas áreas. Aunque puedo manifestar, tuve muchos problemas para manifestar cosas tal como las visualizaba. Me cuesta hoy en día manejar porque no puedo quedar anclada muy bien. Y mi deseo sexual está alarmantemente ausente… y yo solía ser una mujer tan sensual!  Yo sé que al liberar la culpa y la vergüenza va a hacer que estas cosas vuelvan a su equilibrio. Ya he experimentado que esto suceda cuando me liberé de la culpa… ahora simplemente tengo que liberar también la vergüenza. Para hacer eso tengo que saber en mi corazón que las eventos maternales en mi vida fuero actuados exactamente en la forma en la que tenía que ser. Yo tengo que saber que las almas con las que tenía los contratos para actuar estos papeles, habían sido preparado para mi por esas mismas almas, las que habrían sido o que ahora son mis hijos, y que fueron actuados exactamente como habían sido programados. Y, como resultado de ello, todos nosotros ahora tenemos la oportunidad de conseguir el nivel más alto de crecimiento.  De alguna forma el escribir estas últimas palabras me brinda una sensación de liberación en mi primer y segundo chacra. Es asombroso con cuanta rapidez las cosas cambian cuando uno aplica la Perspectiva Superior.
 Así que aquí estamos, al final de este artículo y me siento como que he vivido otro capítulo de mi vida a través de este escrito. Me siento mejor, más sanada y completa debido a ello. Decidí abrazar mi derecho de ser para mí como una mujer y una madre, de honrar el contrato con el alma entrante, sin importar lo que ello involucraba, en lugar de hacer elecciones para apaciguar el estándar de la sociedad, el cual yo sé que llevará solamente hacia más dolor. El dolor de abandonar a mis hijos, ya sea por aborto, adopción o un cambio de custodia, siempre permanecerá, pero ya no tendré que cargar más la culpa y la vergüenza, por lo que he tenido que pagar un precio físico. Ahora puedo mirar a estas memorias en retrospectiva y apreciar los papeles que he actuado con aquellas almas que hubieran sido mis hijos y aquellas que son mis hijos ahora. Yo siento gratitud por los regalos que me dieron a través de las experiencias conjuntas. Me siento bien con mis elecciones.
 Para cerrar, he escrito este artículo en la esperanza de que quizás aunque sea una sola mujer o muchacha joven que lo lea, pueda ser aliviado o salvada de la culpa y de la vergüenza que yo he cargado, y que millones de mujeres continúan cargando, en una agonía silenciosa día tras día en sus vidas. Tal como lo hemos visto, la Perspectiva Superior nos da una visión mucho más equilibrada de la maternidad, y de su sabiduría podemos obtener el conocimiento que una vez aplicado, sanará las heridas de las que hemos sufrido. La elección es nuestra. Nos lo debemos a nosotros mismos y a nuestras hijas. Si nosotros elegimos abrazar una forma más elevada, más compasiva y equilibrada de la maternidad, podemos comenzar a quebrar el patrón de la vergüenza y culpa de nuestras hijas y de las generaciones de mujeres que vendrán.
 En servicio,
 Jelaila Starr
 El Consejo Nibiruano
www.nibiruancouncil.com

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