Lo único que cambia la conducta humana, es un ser humano que no sólo esté dispuesto a hacerlo, sino que tenga el valor suficiente para emprender el cambio. ¿Qué le permite a alguien dirigirse desde los comportamientos de conciencia de pobreza a aquellos de abundancia espiritual y afluencia material?
Quizás cuando alguien haya tenido abundancia de fracasos, cuando alguien ya esté tan harto y enfermo de estar cansado y enfermo, podrá adentrarse y oír la voz del Espíritu que le dice: “La vida no es una sentencia dolorosa. Puedes tener dicha y abundancia y saberlos tuyos.”
- John-Roger
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