domingo, 9 de junio de 2013

LA ENFERMEDAD TRAS LA MUERTE..♥



Quiero compartir con todos el comentario que dejó Milagros en una de las entradas del blog,"Soñar con los seres fallecidos". Me ha parecido muy bonito e interesante por varios motivos. Uno de ellos es que es una historia llena de amor que continúa tras la muerte su abuela. Y el resto, lo averiguaréis al leerlo ;).

Milagros: (...) Mi abuela, mi amiga, la persona que me ha criado, el primer olor que reconozco en mi vida y mi gran amor nos dejó hace 7 meses después de pasar por una dura enfermedad llamada Alzheimer. Es un premio para mi y para ella, porque no tenía calidad de vida. Además, tuvo una muerte muy dulce, una muerte justa, en su casa, con su marido y sin sufrir absolutamente nada.

Le dio tiempo a despedirse de mi unos días antes, aunque no podía hablar debido a la enfermedad ella y yo nos comunicábamos perfectamente. La pregunté si era feliz y me dijo "me quiero ir con mi madre" supe entonces que era el último día que la iba a ver. La noche antes de su fallecimiento soñé con unas mariposas blancas, esa mañana nos dejó.

Ahora la siento muy cerca y he soñado 2 veces con ella. En mi último sueño me llamaba por teléfono y me decía que fuera a buscarla al metro. Yo no sabía cuál de las dos paradas de mi barrio era la del encuentro y me agobié un poquito porque pensaba que ella no iba a saber en cuál parada bajarse, debido a su enfermedad. Finalmente, nos encontramos, la llené de besos, sentí su piel, su carita....me sentí feliz en mi sueño y llena de amor.

Quería preguntarte ¿qué opinas sobre un ser de luz que en esta dimensión tuvo Alzheimer? ¿Crees que ella puede estar perdida, allá dónde esté por esta enfermedad?

En mi sueño, como decía, al final nos encontramos, pero estoy inquieta porque no sé si las enfermedades de este plano como el Alzheimer pueden afectar en otros... (...).

Empezaré por el final. Da igual la enfermedad que hayamos tenido, las incapacidades físicas o mentales con las que hemos vivido; tras la muerte, desaparecen, volvemos a ser seres de luz, espíritus libres. Tras el tránsito, dejamos atrás lo que fuimos y nos acercamos a lo que somos en realidad, seres de amor.

Algunos seres tardan más que otros en darse cuenta que son libres y están llenos de amor, que no hay dolor, ni enfermedad, ni pena, ni angustia. El proceso va a depender de lo apegados que estén a sus vidas anteriores, a la vida que acaban de dejar. El tiempo carece de importancia,cada ser lo vivirá a su manera y a su ritmo; simplemente es un proceso de adaptación y evolución.

Antes de nacer elegimos las circunstancias y situaciones que van a permitirnos seguir nuestra evolución como seres. La enfermedad, las limitaciones físicas o mentales, forman parte de este aprendizaje. Si al morir hemos aprendido lo que queríamos experimentar, pasaremos de nivel o de curso. Si todavía hace falta aprender más, elegiremos el momento adecuado para regresar y completar el aprendizaje que falta. La elección la hacemos desde el amor; nadie nos juzga, tampoco nosotros mismos.

Alguna vez he hablado sobre las personas que están en coma, podéis leer la entrada "El estado de coma y el alma" o buscar la etiqueta coma en la columna derecha del blog. Lo mismo podría aplicarse a las personas que tienen Alzheimer. Aunque están vivas, su espíritu está más cerca del otro plano que de éste en el que vivimos. Aparentemente han desconectado de esta vida por varios motivos; sin embargo, siguen estando activos, trabajando y continuando su evolución en el plano astral.

Al morir, recuperan totalmente la libertad de acción, de moverse a dónde deseen ir, ya no tienen el anclaje del cuerpo que les limitaba. Tras la muerte, su proceso es el mismo que cualquier otro ser que haya muerto de manera natural, enfermedad, trágica o accidental. O lo que es lo mismo, todos volvemos a ser conscientes de nuestra totalidad.

Es posible que en los encuentros o comunicaciones que podemos tener con nuestros seres queridos, para que podamos reconocerles, pueden aparecer mostrándose tal y como eran en vida. Por ejemplo, si llevaban gafas, les vemos con ellas aún sabiendo que en el plano en el que están, no las necesitan.

También se dan casos al contrario. Seres que en vida, habían muerto ya muy mayores, con limitaciones claras, aparecen en las comunicaciones tal y como se ven y se sienten ahora ellos. Suele ser habitual, ver a seres que a pesar de haber muerto con 90 años, se presentan como jóvenes de 20 o con 40 años.

La enfermedad, los miedos, el dolor, etc., todo ello desaparece con la muerte. Recuperamos nuestra esencia, volvemos a ser nosotros en nuestra total inmensidad; volvemos a casa, al Amor; listos para seguir trabajando y evolucionando.

comunicacionentredosmundos.blogspot.com.es

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