-No- respondió. En absoluto me he apartado. Lo que he hecho es asimilar sus enseñanzas y avanzar…
-Sin embargo me parece que ya no lo sigues con tanta devoción. ¿O acaso me equivoco?
-Para aclarar tus dudas me gustaría preguntarte sobre tus maestros. ¿Sigues a todos los que han sido importantes en tu desarrollo? Y con ello me refiero a los que tuviste en tu más tierna infancia, en la escuela, a los que tuviste en tu adolescencia, a los que te marcaron en la entrada a la adultez, etc.
-No comprendo a dónde quieres llegar…
-Reconozco que todos los maestros que he tenido han sido importantes, cada uno de ellos me han acompañado durante un tramo de mi vida. Pero cuando el trabajo está terminado (y me refiero a los verdaderos maestros) son ellos los que se apartan porque su objetivo no es acumular seguidores ni devoción.
-¿Y qué es lo que hay que hacer?
-Agradecer de corazón todo ese aprendizaje y usarlo activamente, porque aquello que has aprendido si no lo usas no sirve de nada.
VÍA PLANO SIN FIN
No hay comentarios:
Publicar un comentario