Ely Rodríguez
Hay momentos en la vida en los que el amor se vuelve miedo.
Muchas veces prevenimos de forma automática a los seres que apreciamos (ten cuidado, ese lugar es peligroso, etc.). Al escuchar la dificultad de un amigo vamos a la sección de consejos. Es una costumbre tribal esto de apoyar y prevenir. Hoy les invito a observar desde donde actuamos en tales situaciones para que descubramos si nos movemos desde la fuerza o desde el miedo.
Para esto debemos comprender que cada uno de nosotros mira la vida desde una cima muy personal, desde las verdades que heredamos, nuestras nuevas verdades, experiencias vividas y hasta desde lo que imaginamos. La motivación interna, casi inconsciente, que anteceda al consejo o al aviso de prevención, viene cargada de emociones (amor, miedo ó ambos) que influyen en el campo energético de las personas que amamos.
Es justo lo que convierte a esas palabras en una fuerza o en un peso que debilita. ¿Desde donde apoyas a los que amas, desde el miedo que recuerdas por aquello que viviste?, ¿Desde la duda ante lo desconocido? ¿Desde lo que no te atreves? ¿Desde el egoísmo? ¿O desde la confianza?
Que algo nos asuste no significa que a otros también. Ante el miedo siempre reaccionamos y esto en vez de convertirnos en un apoyo nos ubica, como raptores de energía, ese “ten cuidado” se convierte en un golpe bajo a la fuerza del otro.
Nivela la Fuerza:
1.-Presta atención a lo que sientes cuando escuchas o vives una situación.
2.- Identifica la emoción, con qué lo relacionas, que te recuerda.
3.- Respira y ubícate en el presente.
4.- Si el miedo no se va mejor no digas nada.
5.- Si vas a decir algo hazlo desde la confianza.
Feliz día lleno de buena vibra, recibe la oportunidad que nos regala este darnos cuenta y recupera la fuerza.
Fuente: http://enbuenavibra.blogspot.com
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