¿Te imaginas que hubiese un aparato medidor de preocupaciones? ¿Y te imagina que pudiésemos regular la intensidad de perturbación que nos dispara cada problema, en función de su medida objetiva?
Por supuesto que son fantasías, porque a cada ser humano nos afectan de manera diferente los contratiempos de la vida según infinidad de variables de personalidad, biografía personal y capacidad de de resiliencia desarrollada. Lo que sí podemos hacer es el siguiente sencillo ejercicio que ha ayudado a muchas personas a regular un malestar emocional innecesario, porque recuerda al cerebro, con un apoyo visual que es lo que más nos importa :
-Toma un papel y un lápiz* y dibuja una regla de medir en el margen izquierdo. Escribe los números del 1 al 10 como unidades de medida; el 1 abajo y el 10 arriba. Al lado del número 10 en la parte superior de la hoja, escribe el asunto que te preocupa más en la vida (muchas personas escriben aquí asuntos relacionados con la muerte de un ser querido) y sigue escribiendo preocupaciones, asignándole a cada una su lugar en la regla.
Cuando una preocupación llegue a tu mente, busca ese papel y “sitúa el asunto en su medida”. Relativizar la importancia de lo que nos pasa juega un papel importante en lo que nos implicamos emocionalmente para resolverlo o aceptarlo.
*Utilizamos el lápiz porque llegará un momento en el que necesitamos borrar asuntos, o moverlo de lugar en la escala de las preocupaciones.
Carmen Guerrero
VÍA PLANO SIN FIN
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