Sólo cuando la mente no busca estímulos en ninguna forma,
ya sean externos o internos, puede estar completamente quieta y libre;
y la creación existe únicamente en esa libertad.
Sólo cuando la mente está libre del deseo de llegar a ser algo,
de obtener un resultado y, en consecuencia, está libre de temor,
puede hallarse en un estado de completa quietud y silencio.
Sólo entonces es posible esa creatividad que es la realidad misma.
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