lunes, 5 de octubre de 2015

NASRUDÍN Y LA ESCALERA...♥



Mulla Nasrudin se cayo de una escalera y se hizo mucho daño.A pesar de los emplastos y de las pociones, el dolor le hacía sufrir teriblemente. Sus amigos fueron a consolarle:- ¡Hubiera podido ser mucho peor! – dijo uno.- Después de todo, no te has roto nada – dijo otro.- Pronto te repondrás – dijo un tercero.El el colmo del dolor, Nasrudin se puso a pegar alaridos:- ¡Salid todos de aquí!- ¡Abandonad esta habitación en el acto!- ¡Madre, no dejes entrar a nadie a menos que se haya caído alguna vez de una escalera!
Muchas veces, cuando nos encontramos frente a una persona que sufre, sentimos una gran necesidad de aliviar su dolor. Esta necesidad frecuentemente está vinculada al deseo de minimizar o eliminar una sensación desagradable (ansiedad, malestar o incomodidad) en nosotros mismos, relacionada con el impacto que tiene el sufrimiento y la experiencia del otro en nuestra propia experiencia.
Cuando "minizamos" el dolor del otro obtenemos el efecto contrario: su sufrimiento se acrecienta porque no se siente comprendido.
Si podemos "empatizar" con la persona que sufre, si somos capaces de ver el mundo a través de sus ojos y aceptar su sufrimiento tal y como es (sin añadirle interpretaciones personales y sin emitir juicios de valor), seguramente seremos de gran ayuda tan solo con un gesto, una mirada o una simple palabra...http://nataliasenaris.blogspot.com.ar

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