La insatisfacción con nosotros mismos nos produce un malestar tan básico, que genera problemas en todas las áreas de nuestras vidas. Y cuando termina convirtiéndose en una insatisfacción crónica, nos genera problemas crónicos.
Una de estas pistas es la dificultad para aceptar cumplidos.
Si cada vez que alguien destaca algo positivo de nosotros, nos sentimos incómodos y lo primero que se nos ocurre es hacer un comentario que de alguna manera nos resta mérito, entonces estamos frente a una pista que revela que no nos sentimos muy orgullosos de nosotros mismos.
Este problema es asombrosamente común.
Las personas a las que les cuesta aceptar los cumplidos, muestran esta dificultad siempre, aun en los casos en los que el elogio sea realmente merecido. Entonces no hay que confundir este rasgo con auténtica modestia o con humildad.
Son simplemente pistas, de esas que estamos buscando. Son pequeños síntomas “inofensivos” que revelan la existencia de problemas de autoestima más serios, más profundos.
Axel Piskulic
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