- Yo sólo le ofrezco mi ayuda.
- ¿Para qué?
- Para ayudarla, para que pueda avanzar, para que le sea más fácil.
- ¿Te lo ha pedido?
- Pedido expresamente no, pero, ¿Cómo no la voy a ayudar si ella sola no esta pudiendo?
- Bueno, tal vez lo que esté pasando es que la quieras ayudar por tus necesidades, no por las suyas.
- ¿Qué quieres decir?
- Que es posible que la estés despreciando, que estés restándole opciones de aprender por ella misma.¿Acaso crees que no podría ella sola?
- Pero si yo la ayudo, lo hará mejor, lo hará antes.
- ¿Y qué habrá aprendido?
- Que puede contar conmigo.
- No es un mal aprendizaje, ¿Siempre vas a estar ahí?
- Hombre, siempre no, claro, no puedo estar siempre...
- Entonces sólo habrá aprendido una posibilidad, en cambio si lo hubiese hecho ella misma habría aprendido una certeza... ¿No te da la sensación de que le puedes estar perjudicando de cara al futuro?
- ¿Mi ayuda le puede perjudicar?
- A medio plazo probablemente, y a largo plazo, seguro. El problema es que no aprende nada de ella misma. Simplemente aprende lo que tú le puedes enseñar.
- Pues vaya, al final me sentiré mal de intentar ayudar.
- No todo el mundo está preparado para ayudar, y nadie lo está para hacerlo en todo momento.
- ¿Cómo saber que estoy ayudando bien? ¿Cómo saber que puedo ayudar?
- Lo primero que has de tener en cuenta es que no le puedes perjudicar cuando quieres ayudar, primum non nocere.
VÍA SABER LO QUE BUSCO
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