Todo lo que ve tu ojo ¿De dónde
crees que sale? ¿De afuera hacia
adentro? No. Eso sería ilógico.
Adentro hay toda una historia.
De ahí sale.
Los precios de lo que sea que
veas, los fija una parte de ti.
Es por eso que merecen tu
respeto. De ahí, de ese respeto
proviene la abundancia de tu
corazón y de tu bolsillo por
supuesto.
Para algunas personas es fácil
regatear el precio de algo. Y si
pasean por las ventas ambulantes
de la ciudad, se les hace común
decir: Oiga ¿Y no me le hace
una rebajita? Mire que me falta
todavía comprar el gorro y las
medias, bájese un poquito.
Y muchas veces el vendedor lo
hace, otras veces no. Igualmente
depende de lo que está adentro
de quien observa.
Y puedes aprender de lo
observado. O no. Hay quien sale
brincando de dicha porque cree
que logró un 50 por ciento de
descuento, pero no es así. Si
ese porcentaje no te pertenece,
te cobrarán de más en la tienda
de la esquina y allí lo
devolverás completo al universo.
Esto significa que nadie puede
cobrarte de más.
Si no lo puedes adquirir piensa:
Desde ya, todo me pertenece.
El universo es mío. Eso es
una declaración de abundancia,
que se manifestará. Vendrá
puesto que ya es.
VIVI CERVERA
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