Mulla Nasruddin, que se había hecho ateo, se estaba muriendo. Y como de costumbre vino un sacerdote. El sacerdote le dijo:
Mulla, este es el último momento, la última oportunidad. Ahora que todavía estás a tiempo, confiesa tus pecados, arrepiéntete de haberte hecho ateo. Hazte creyente y muere creyendo en Dios.
Mulla Nasruddin abrió los ojos y dijo:
Mulla, este es el último momento, la última oportunidad. Ahora que todavía estás a tiempo, confiesa tus pecados, arrepiéntete de haberte hecho ateo. Hazte creyente y muere creyendo en Dios.
Mulla Nasruddin abrió los ojos y dijo:
Gracias a Dios no soy creyente.
Aunque no seas creyente, le darás las gracias a Dios.
Aunque no seas creyente, le darás las gracias a Dios.
Eso
es algo que se queda incrustado en lo más profundo del inconsciente, se
convierte en los cimientos. Lo que sea que hayas aprendido en tu
infancia antes de los siete años se convierte en tus cimientos. Para
desincrustarlo se necesita mucho esfuerzo y meditación. Tendrás que
retroceder, solo así puede limpiarse. Puedes crear anti-creencias, pero
no servirán de nada, no pueden servir. Te puedes hacer creyente. Si
durante tu infancia has sido hindú, aunque luego te conviertas al
cristianismo, seguirás siendo hindú, aunque luego te conviertas al
cristianismo, seguirás siendo hindú; tu cristianismo tendrá los colores
de tu hinduismo. Puedes hacerte comunista, pero, en el fondo, el
inconsciente coloreará tu comunismo. Para purificar el inconsciente se
necesita una profunda meditación.
Osho
http://oshochistes.blogspot.com.ar
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