¿Las palabras se las lleva el viento? pues no, cualesquiera que sean las palabras dichas para bien o mal se quedan grabadas en el subconsciente humano y retumban siempre recordando una palabra dulce , dicha con afecto, con amor, y así mismo se quedan aquellas palabras dicha con odio, con desdén, con el único objetivo de herir , debemos ser muy cuidadosos cuando vamos a decir y expresar un pensamiento, una emoción porque la mente humana es una máquina de almacenamiento de situaciones de felicidad y así mismo de dolor.
No debemos ir por el mundo soltando una sarta de incoherencias, y que muchas veces por cólera, ira sin pensar soltamos y herimos a nuestra familia, hijos y parejas y tristemente las palabras no se recogen , son como el agua que se escurren dentro de tus dedos, y siguen su rumbo, las palabras son lo mismo cuando salen de tu boca tu corazón la ha sentido, y te has dejado llevar por el momento, por un bloqueo momentáneo pero que causaron según la situación una pena, o una alegría, la mejor palabra es aquella que no se dice si no se ha pensado lo que traerá consigo. Muchas veces es mejor retirarse meditar, analizar y luego exponer su punto de vista o decir lo que te ha molestado de esa persona. Es tan fácil herir a una persona, es tan fácil crear una situación que puede crear un gran problema, que muchas veces llevan a rupturas amorosas, amistosas y de relaciones laborales por unas palabras mal dicha.
Las palabras son de doble filo si no analizamos ante de comunicarnos, el ser humano es muy complejo, pero dentro de esa complejidad hay un ser sutil, sensible, noble en casi todo los casos, aquellos seres oscuros, malos intencionados las palabras las usaban como flechas para crear el caos. La desolación y la tristeza.
Desde hoy piensa ante de hablar, el silencio a veces es el arma de la inteligencia, y la mejor palabra es aquella que no se dice para dañar, sino para dar apoyo, afecto, elogio y amor….
ELANGELUS. MONICA ZERPA.
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