Las meditaciones que se ocupan de la energía del oído son meditaciones femeninas, pasivas: sólo tienes que escuchar, sin hacer nada. Escuchas a los pájaros, el viento que pasa por los pinos o alguna música, o el ruido del tráfico; simplemente escuchas, sin hacer nada, y llega un gran silencio, una gran paz empieza a descender, a irradiar sobre ti. Desde el oído es más fácil que desde el ojo. Es más fácil con el oído porque el oído es pasivo, no-agresivo: no puede hacer que suceda nada, sólo puede dejar que suceda. El oído es una puerta: permite".
Osho, El secreto de los secretos. Charlas sobre el secreto de la Flor Dorada
http://osho-maestro.blogspot.com
No hay comentarios:
Publicar un comentario