"Se necesitan agallas
para vivir con la impermanencia de la vida,
porque cada vez que algo cambia
tienes que volver a cambiarte a ti mismo.
Uno quiere permanecer fijo:
parece más seguro,
libre de riesgos.
Así es como ha vivido el Viejo Hombre:
el Viejo Hombre no era aventurero,
lo que más le interesaba era la seguridad.
El Nuevo Hombre tendrá el espíritu de la aventura.
No le interesará la seguridad,
le interesará el éxtasis".
Osho, El secreto de los secretos. Charlas sobre el secreto de la Flor Dorada
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