Poco a poco vamos entrando al agua emocional de Cáncer que ofrece equilibrio a la tierra práctica de Capricornio. Luna nueva y luna llena son los dos momentos cruciales de cada mes, y siempre acontecen en polaridades, con la finalidad de hallar el equilibro perfecto y amoroso.
La necesidad de hacer, crecer y madurar un proyecto (personal o profesional), que muchas de nosotras sentimos los primeros días de enero con la luna nueva en Capricornio, se complementa esta semana con la luna llena en Cáncer, que nos lleva, amorosamente, a cuestionarnos:
¿En qué área de nuestra vida nos ha costado madurar? ¿Desde dónde buscamos revalidar nuestras carencias? ¿En qué área no nos sentimos nutridas?
Para sostener nuestra visión, para comprometernos con lo que deseamos de corazón, para crecer y volvernos responsables (en el sentido de tener la capacidad de responder libremente y sin ataduras) en algún área de nuestra vida; debemos mirar la resistencia que sale a la luz.
¿Todavía busco que otros: pareja, hijos, amigos, padres, me provean de lo que necesito? ¿Si no es así, me enojo? ¿Qué hay en el fondo de ese enojo? ¿Realmente qué estoy exigiendo a los demás que no puedo darme yo misma?
Recordemos que nuestras demandas emocionales hacia el exterior son carencias internas que no hemos querido darnos.
La clave es: Si necesito que alguien me provea con algo para sentirme emocionalmente bien, entonces, me lo proveo yo misma.
De esta manera, dejamos libres a nuestros seres queridos de toda "deuda" generada imaginariamente por nosotras. Así también, aprendemos que el camino hacia la plenitud se camina en soledad, permitiéndonos estar acompañadas por otros, pero respetando sus propios caminos de integración y plenitud.
Esta luna llena en Cáncer, el signo de lo materno, del hogar, de las aguas primigenias, nos cuestiona también las creencias que hemos venido arrastrando para escudar eso que no deseamos hacer. Es buen momento para mirar en qué área tenemos prejuicios. ¿Cómo está nuestro hogar? ¿dónde hace falta estructura y dónde hace falta flexibilidad? ¿Cómo están nuestras relaciones con los seres que convivimos más? ¿Cómo están nuestras finanzas? ¿Cómo está nuestro cuerpo? ¿Nuestra energía?
En mayor profundidad, esta luna, nos demanda mirar QUÉ EMOCIONES Y SENTIMIENTOS ESTÁN SOSTENIENDO NUESTRA VISIÓN, DEL PROYECTO QUE QUEREMOS LLEVAR A CABO.
Si lo hacemos por ansiedad, miedo, presión, confusión o enojo, más valdría purgar estas emociones y sentimientos para evitar que más adelante esa estructura se convierta en una cárcel. Es decir, si por miedo aceptamos trabajar donde no queremos, con quien no queremos, y no practicando lo que creemos, entonces, estamos forjándonos una cárcel.
Si lo hacemos por gusto, desde la integridad, desde un rol que no es el de víctima ni victimario, sin esperar que nos aplaudan, y desde la satisfacción interna, entonces estamos forjando un hogar más para habitar.
El inicio de este 2014 sigue preguntándonos en dónde queremos trabajar, con quién queremos trabajar, en dónde queremos hacer nuestra contribución al mundo. Y ahora, la oportunidad es para mirar la emoción que sostiene esta visión, y si es necesario, depurarla en los próximos quince días aprovechando la luna decreciente.
Con el impulso que nos da Mercurio en Acuario, tendremos un mes aproximadamente, para integrar nuevas ideas a nuestro proyecto, realizar contactos innovadores y mirar cuál es la bocanada de aire fresco que nuestro proyecto nos está pidiendo.
Confiemos, démonos unas horas de silencio con nosotras mismas para concebir lo que en verdad deseamos. Confiemos en el Universo desde su rostro materno, que nos gesta, que nos completa, que nos DA SIEMPRE LO QUE NECESITAMOS.
VÍA EL TALLER DE LA HECHICERA
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