A continuación, las palabras de una persona como tú y como yo, de las que a diario suben al metro, al bus, a la buseta o al micro, de las que conversan amablemente contigo y te cuentan sus cosas, mientras llevan su cuerpo al trabajo:
Hace aproximadamente 10 años que no encuentro una pareja estable. Es más, seré del todo sincer@. Hace aproximadamente 10 años que no tengo pareja ni estable ni inestable, no hay nadie en mi vida, esa es la verdad.
Acabo de cumplir 39 años y no sé qué pasará el próximo año cuando cumpla 40. Yo siempre creí que a esta edad ya tendría por lo menos 2 hijos y una persona a mi lado. Siempre creí que tendría mi propia familia. Mi situación es tan complicada, que ni siquiera logro concretar una cita, porque para que eso ocurra debe existir alguien que quiera salir conmigo y ese alguien no está, no aparece, se encuentra borrado de mi rango de posibilidades. Cuando tengo el valor, me miro al espejo y me pregunto: ¿Qué pasa? si hasta eres guap@ ¿Por qué te has vuelto inexistente?
Y la verdad es que desconfío totalmente de los hombres-mujeres, porque siempre me mienten. Y aunque quiero darme una oportunidad con alguien diferente, lo cierto es que las personas parecen huir de mí. Parece que vivo en una ciudad fantasma. Por otro lado, no acepto que me hablen ni de ley de atracción, ni de sentir amor por mí, porque duré 2 años practicando eso, sin obtener el más mínimo resultado. Soy una buena persona, a nadie le hago daño. ¿Qué estoy haciendo mal?
Respuesta: Hablarte así, pensar así. Cada una de tus palabras es una creación. Y sé que la realidad en la que vives puede mostrarte claramente que tienes razón, sin embargo es preciso comprender que eso que la vida muestra en ningún momento es verdadero o actual. Es pasado, falso, producto de memorias que flotan en la conciencia. No puedes guiarte por lo que piensas, por lo que percibes, porque habrá más dolor en tu vida. En ti hay mucha mente, poco corazón.
Invierte mejor las horas de tu día. Piensa menos. Ama más.
Ahora, por favor no me digas que te describí. Si respondes a este boletín, dime que me equivoqué, que eres feliz. (Sonrío).
Gracias por leerme. Un abrazo.
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