Nasrudín estaba sentado sobre las ramas de un bello árbol, oliendo los pimpollos y tomando sol.
—Qué es lo que hace allí, le preguntó un despistado viajero.
—Estoy trepado a la Gran Pirámide.
—No está ni remotamente cerca de una pirámide. Además, hay cuatro caminos por los que se sube a una pirámide, uno por cada cara. Eso es un árbol.
—Sí, dijo el Mullah, pero es mucho más divertido así, ¿no cree? Sol, céfiros, pájaros, flores. Dificilmente pude haber hecho algo mejor.
VÍA CHESAUDADE
No hay comentarios:
Publicar un comentario