“La sangre tiene la propiedad de liberar efluvios con los que se nutren las entidades del mundo invisible. Es por ello que, desde la más remota Antigüedad, los sacerdotes utilizaban la sangre de las víctimas ofrecidas en sacrificio a los dioses para evocar a las entidades celestiales o infernales. Incluso la literatura relata tales hechos: se puede leer el relato de Homero en la Odisea, o el de Virgilio en la Enéada.
Hoy en día, en todos los países del mundo, sacrificios parecidos todavía son practicados por brujos y magos negros. Los magos blancos no sacrifican animales inocentes para ofrecer su
sangre como alimento a las entidades del mundo invisible. Pero es importante conocer este poder mágico de la sangre. Puesto que contiene muchas materias valiosas que pueden servir de alimento a toda clase de espíritus, hay que tomar algunas precauciones. Si perdéis sangre, no importa la forma, es mejor que no la dejéis secar ni que os deshagáis de ella antes de haberla consagrado, mediante el pensamiento, a una causa benéfica. De esta forma os protegéis de las acciones de las entidades tenebrosas del plano astral, porque estas entidades sólo esperan ser alimentados por estas emanaciones para reforzarse. “
Omraam Mikhaël Aïvanhov
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