No hay otra elección más que ser aquí, en donde estás en este momento, un lugar ancestral en donde tanto la certeza como la indecisión están permitidos, así como la elección y la falta de ésta, las respuestas y las preguntas que no tienen una respuesta, y la duda más profunda. No hay elección porque este momento ya es exactamente como es: este aliento, estos pensamientos, esta gloriosa incertidumbre, esta inmensidad en donde todo es posible.
Tú eliges, y no tienes otra elección más que elegir. O no eliges, y no tienes otra elección más que sumergirte en tu falta de elección, mostrarle todo tu respeto, hoy.
Y entonces, toda esa idea acerca de la elección, y con ella, la idea de un elector individual, se disuelve en los atardeceres y las golondrinas y en el aroma de la lavanda, y en las risas, y en la siguiente exhalación, y en la siguiente inhalación, y en la respiración respirándose a sí misma; y esta es la era de los milagros.
Jeff Foster
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