Siéntate manteniendo la columna lo más recta posible y sin cruzar los brazos, con el cuerpo en posición cómoda. No importa que cruces las piernas si te es más cómodo. Si no, siéntate en una silla donde puedas apoyar la espalda. Conéctate a la tierra. Retrae el aura o extiéndela hasta unos sesenta a noventa centímetros en todas direcciones, incluso bajo los pies. Ajusta como quieras los colores de los límites y las rosas. Llama a los Emisarios Pleyadianos de Luz y al Maestro Ascendido Jesucristo. Pide a los pleyadianos y al Cristo que te rodeen el extremo superior del aura con el Cono de Luz Inter-dimensional para despejar y conseguir el alineamiento divino. Di a los pleyadianos y al Cristo, que vas a traer el cordón plateado y a activar el tubo de luz con tu Yo Superior. Pídeles ayuda por si necesitas despejar el camino. Eleva los brazos sobre la cabeza e invoca a tu Yo Superior mientras declaras: «Pido a mi amado Yo Superior que coloque el cordón plateado de luz en mi aura. Estoy dispuesto a atraer plenamente mi divinidad hacia este cuerpo, cultivar la relación entre el cuerpo y el espíritu, a recibir iluminación y a prepararme ahora para la ascensión. Deseo trabajar contigo, amado Yo Superior, para que la unión del cordón plateado con mi cuerpo sea permanente». Por supuesto, puedes usar tus propias palabras; utiliza esta declaración ya preparada como guía o invocación, según lo prefieras. Cuando sientas que la energía del cordón plateado te toca las manos que mantienes por encima de la cabeza, rodea con ellas el cordón de luz y suavemente tira de él llevándolo hacia la cabeza. Mantenlo allí hasta que lo sientas firmemente anclado y no se mueva cuando retires las manos. Respira profundamente para facilitar el proceso. Una vez conectado el cordón de plata, pide a tu Yo Superior que llene el tubo de luz con tu propia luz y amor divinos desde el extremo superior del aura, atravesando el cuerpo y saliendo por el extremo inferior del aura. Inspira por la coronilla para absorber la luz y el amor de tu Yo Superior a través del tubo. Cuando espires empuja el aliento suavemente para que descienda por la columna y salga por entre las piernas hasta el extremo del tubo de luz. Continúa con esta pauta respiratoria, visualización e intención hasta que sientas, veas o percibas que el tubo de luz se llena de luz completamente hasta el extremo inferior del aura. Probablemente tardarás unos minutos. Junta las yemas de los dedos pulgar y corazón, con las palmas hacia arriba y las manos sobre el regazo para que se puedan anclar las energías en el interior del tubo de luz. Esta posición de manos es un mudra. (Véase Glosario.) Di a tu Yo Superior que continúe llenando el tubo de luz y te ayude a mantener el alineamiento del eje divino en todo momento y sobre todo a mantener la energía fluyendo el tiempo que dure la meditación. Quédate meditando el tiempo que desees pero, si es la primera vez que realizas esta meditación, que sea por lo menos diez minutos. Di a tu Yo Superior cuándo piensas repetir la meditación y pídele que mantenga al máximo la conexión hasta entonces. Abre los ojos despacio, manteniendo la conexión con el Yo Superior a medida que recuperas la conciencia normal de vigilia.
Después de practicar unas cuantas veces el Alineamiento del Eje Divino, puedes pedir a tu Yo Superior que haga fluir su energía y su luz por el exterior del tubo hacia uno o todos los chakras. Esto no sustituye al flujo de energía cósmica dorada a través de los canales y chakras del cuerpo.
Este proceso sana y despeja más profundamente que la meditación con el Yo Superior. Cuando la energía del Yo Superior fluye a través del cuerpo y de los chakras, activa cierto despejamiento, pero su función primordial es la de traer el Yo Superior a tu cuerpo y ayudarte gradualmente a llegar a un estado de identificación con tu propia divinidad, en lugar de con la personalidad basada en el ego.
El flujo de la energía de tu Yo Superior dentro y a través de los chakras acelera este proceso alineando y generando afinidad entre los chakras y tu objetivo superior, así como elevando la frecuencia vibratoria.
Esta meditación tampoco pretende reemplazar la primera meditación en la que tú y tu Yo Superior unís los chakras y os fusionáis el uno en el otro. Esa primera meditación genera una mayor intimidad y unión con tu Yo Superior, mientras que la segunda meditación sirve específicamente para ponerte en alineamiento con el eje divino dentro de tu holograma. Tú debes decidir qué meditación necesitas en cada momento aunque, como ya he mencionado, se recomienda que realices diariamente el Alineamiento del Eje Divino siempre que te sea posible.
Esta meditación tampoco pretende reemplazar la primera meditación en la que tú y tu Yo Superior unís los chakras y os fusionáis el uno en el otro. Esa primera meditación genera una mayor intimidad y unión con tu Yo Superior, mientras que la segunda meditación sirve específicamente para ponerte en alineamiento con el eje divino dentro de tu holograma. Tú debes decidir qué meditación necesitas en cada momento aunque, como ya he mencionado, se recomienda que realices diariamente el Alineamiento del Eje Divino siempre que te sea posible.
Esto acelera el proceso de alineamiento vertical de tu eje divino en todo momento. Cuando llegue el instante en que el cordón de plata esté ya colocado al empezar la meditación, ve directamente a la parte relacionada con el tubo de luz. Al final, el cordón de plata y el tubo de luz estarán permanentemente activados, fluyendo en tu cuerpo y aura.
Haz que esta técnica de meditación sea lo más personal e íntima posible. Es fácil caer en una meditación mecánica y no reparar en las cualidades más profundas de conexión espiritual que intenta atraer. Esta técnica sin intimidad es como una relación sin amor. Enriquecerás la relación con tu Yo Superior tanto como el Yo Superior enriquecerá la suya contigo.
Haz que esta técnica de meditación sea lo más personal e íntima posible. Es fácil caer en una meditación mecánica y no reparar en las cualidades más profundas de conexión espiritual que intenta atraer. Esta técnica sin intimidad es como una relación sin amor. Enriquecerás la relación con tu Yo Superior tanto como el Yo Superior enriquecerá la suya contigo.
Llegará el momento en que tus distintas conciencias se fusionen y sean una de nuevo.
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