Aprende el silencio. Con tus amigos, con tu familia, de vez en cuando siéntate con ellos en silencio, sin chismear, sin hablar. Deja de hablar y no sólo afuera, acaba con el monólogo interior. Siéntanse y no hagan nada, sólo siendo presencias unos para otros. Pronto encontrarán una nueva manera de comunicarse a través del silencio.
Tanto como tu silencio crece, tu amabilidad y amor crecen; tu vida se transforma en una danza de momento a momento, en un regocijo, en una celebración.
OSHO
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