En primer lugar creas un problema y después buscas una solución. Fíjate en por qué creas el problema. Justo al principio, cuando empiezas a crear el problema, allí está la solución. ¡No lo crees! Pero eso no te gustará, por de repente te verás cara a cara contigo mismo.
Puedes deshacerte de todos tus problemas ahora mismo, porque son invenciones tuyas.
Tomas la decisión de que ya no quieres crear más problemas; nada más. Es la decisión de acabar con todas esas tonterías de crear problemas para encontrar soluciones. Todas esas tonterías son un juego al que juegas contigo mismo, el juego del escondite, en el que tú te escondes y tú te buscas. Y lo sabes.
Puedes encontrarte ahora mismo, porque eres tú quien se esconde.
No te busques complicaciones innecesarias. Un día lo comprenderás, si observas cómo agrandas un problema, cómo le das vueltas, cómo contribuyes a que la rueda vaya más y más deprisa. De repente te verás en el punto culminante del sufrimiento y necesitas que el mundo entero te compadezca.
Si todavía no te has hartado del jueguecito, adelante, pero entonces no preguntes por qué. Lo sabes. El porque es sencillo. El ego no puede existir en el vacío; necesita algo contra lo que luchar. Te servirá incluso un fantasma de tu propia imaginación, pero tienes que luchar con alguien. El ego sólo existe en el conflicto, porque el ego no es una entidad, sino una tensión. Siempre que se produce un conflicto, surge la tensión y el ego entra en acción; cuando no hay conflicto, desaparece la tensión y también desaparece el ego.
Y claro está, nadie quiere tensiones pequeñas, sino tensiones enormes. Com osi no tuvieras suficiente con tus propios problemas, empiezas a pensar en la humanidad, el mundo, el futuro...
Piensas en eso como si el mundo entero dependiera de tus consejos. Piensas: “¿Qué va a pasar en Israel? ¿Qué va a pasar en África?. Aportas tus consejos y creas más problemas.
La gente se pone muy nerviosa; no puede dormir porque hay una guerra. Se ponen muy nerviosos. Su vida es tan normal y corriente que tienen que encontrar algo fuera de lo normal en otra parte. La nación pasa por ciertas dificultades, y se identifican con la nación. La cultura pasa por dificultades, o la sociedad tiene dificultades... grandes problemas con los que identificas. Eres hindú y la cultura hindú tiene dificultades, o eres cristiano y la Iglesia pasa por dificultades. El mundo entero está en juego. Es el momento de sentirte importante con tu problema.
El ego necesita problemas. Si comprendes esto, por el hecho mismo de comprenderlo las montañas vuelven a reducirse a granos de arena, y los granos de arena desaparecen. De repente existe solo el vacío, el vacío absoluto a tu alrededor. En eso consiste la iluminación: en comprender hasta lo más profundo que no existe ningún problema.
Y entonces, sin ningún problema que resolver, ¿qué vas a hacer? Pues empezarás a vivir inmediatamente. Te dedicarás a comer, a dormir, a amar, a charlar, a cantar, a bailar... ¿Qué más se puede hacer? Te has transformado en un dios, has empezado a vivir.
Osho
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