La desilusión trae una oportunidad gloriosa.
Es como despertar a una vida nueva.
Estás bien, aún cuando piensas que no lo estás.
No desperdicies ningún sufrimiento que te sobrevenga.
Ponte frente a las cosas que no puedes cambiar. Y di: sí. De esa forma,
estarás nombrando a Dios.
Claro que es difícil. No te esfuerces. Pero si pudieses decir sí en el
corazón, estarías diciendo sí a la voluntad
de Dios.
Si estás doliéndote de tu pasado es que estás dormido.
Lo importante es levantarse para no volver a caer.
La solución está en tu capacidad de comprensión y de ver otra cosa que lo
que te permites ver.
Ver lo que hay detrás de las cosas.
Piensa en algún sufrimiento, molestia o preocupación que tuviste.
Ahora piensa que, si tuvieses mayor conciencia, no habrías sentido dolor.
No es la vida lo difícil, eres tú quien la vuelve difícil.
Anthony de Mello
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