Disfruta el sol y su calor, al igual
que la lluvia que hace crecer el planeta.
Disfruta de tu vida cuando no haya problemas,
al igual que de los problemas que te enseñan
a apreciar los momentos de paz.
Disfruta la quietud del mar y disfruta
de la tempestad, pues sólo aquel
que ha vivido la tormenta puede
apreciar la quietud.
Disfruta de tus amigos y disfruta
de quienes no lo son, te enseñan
a valorar y cuidar los que tienes.
Disfruta de tu salud pues es un regalo
de Dios y disfruta de la enfermedad
pues te hace valorar la salud.
Disfruta de tu trabajo, miles no lo tienen
y se mueren de hambre.
Cada día es un regalo precioso,
con cosas que nos agradan o no,
la clave de la felicidad es contrastar
los malos momentos, que son minoría,
con los maravillosos momentos
que vives cada día.
La próxima vez, no pienses en lo malo,
sino en lo bueno que mayormente tienes
en tu vida y que gracias a ese momento
no tan agradable apreciarás.
de SENDERO ESPIRITUAL
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