Del 29 de abril al 5 de mayo de 2012
Hay una historia famosa a cerca de un estudiante que le preguntó a un gran kabbalista si podía enseñarle todas las lecciones de la Biblia mientras estaba parado sobre una sola pierna. El kabbalista respondió que ciertamente podía hacerlo y luego pronunció las siguientes palabras: "Ama a tu prójimo como a ti mismo. Todo lo demás es comentario".
El amor no ocurre de forma sencilla (ni siquiera entre amigos o entre miembros de una familia unida). Si nuestros hermanos y hermanas o nuestros padres no fueran nuestra familia, ¿seguiríamos amándolos? Muchas personas dirían "no" si respondieran honestamente.
No hay duda: Amar es un trabajo duro, especialmente, amar a aquellos cercanos a nosotros.
Recuerdo que una vez alguien le comentó a mi padre, el Rav, que las personas son afortunadas si en el curso de sus vidas tienen cinco amigos verdaderos a quienes realmente amen. El Rav respondió: "No, estás equivocado. Las personas son afortunadas incluso si tienen un amigo verdadero".
Un verdadero amigo a quien realmente amemos es más que alguien que va con nosotros a ver una película o a un juego de baloncesto. Es una cercanía que va más allá del simple hecho de sentirte a gusto con esa persona. Es alguien con quien permanecemos siempre en contacto.
Las amistades basadas en el amor son poco comunes, pero es algo por lo que deberíamos luchar. No porque sea divertido o interesante, sino porque los amigos verdaderos son una necesidad básica. Necesitamos alcanzar un nivel de cercanía con otros en el cual removamos el espacio, en donde "tu" y "yo" dejen de ser dos y comiencen a fundirse en uno llamado "nosotros".
Esta semana, trata de remover la separación entre tu ser y aquellos cercanos a ti. ¡Ámalos como te gustaría ser amado! Esto tendrá un significado diferente para cada uno de nosotros. Tal vez sea dedicar más tiempo a pasarlo con aquellos que amamos o tal vez sea hacer a un lado las fallas en amigos del pasado o en un miembro de la familia y ver en ellos la bondad interior. Cualquiera que sea el caso, significará compartir con ellos incluso cuando esto sea incómodo, y amarlos sin condiciones o ataduras.
La verdadera prueba de nuestra amistad no se trata de cuánto amas a alguien cuando está en el mejor estado, sino de cuánto lo amas cuando está en el peor.
Tal vez habrás notado que coloqué en twitter que la amistad era tan importante para mí como lo es la espiritualidad.
Pero la verdad es que: la amistad es espiritualidad.
Todo lo mejor,
Yehuda
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