Si nos convertimos en atentos observadores de nuestros pensamientos, fácilmente vamos a identificar aquellos juicios negativos con que muchas veces nos calificamos y que sólo nos hacen daño.
No nos sirven para cambiar porque la crítica sin amor no crea las condiciones favorables para nuestro crecimiento, y definitivamente no nos hacen sentir bien… Y sentirnos bien es la verdadera medida del éxito que anhelamos.
La sola observación de nuestros pensamientos, sin intentar modificarlos, tiene un poderoso efecto sanador. Basta con hacernos conscientes de esos procesos mentales negativos para “desactivarlos”, para que pierdan el poder de abatirnos y desanimarnos.
En la medida que nos vayamos liberando de la pesada carga que representan esos juicios negativos iremos sintiéndonos cada vez más libres para expresarnos de una manera más auténtica y espontánea.
Axel
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